Comenzó como una forma de agradecer al pueblo ruso tanto amor, pero terminó convirtiéndose en una realidad y contó con el aval del mismísimo Vladimir Putin. Natalia Oreiro y su hijo Merlín Atahualpa Mollo recibieron la ciudadanía de ese país tal como se publicó en el portal de noticias Rusia Today (RT).
La iniciativa surgió cuando la actriz y cantante, que lleva congregando multitudes en Rusia desde el año 2001, señaló en un programa de la televisión de ese país: "Solo me falta que Putin me dé el pasaporte porque no existe otra extranjera más rusa que yo”. La iniciativa tuvo sus repercusiones y por eso Oreiro tuvo que aclarar en RIA Novosti (la agencia rusa de noticias) que “no iba a vivir en Rusia, pero buscaba la ciudadanía de este país como un honor desde el punto de vista simbólico y una manera de agradecer por todo el amor que le daban”.
De esta manera, el sitio RT anunció este lunes que en la nómina de personas recién naturalizadas de Rusia se incluyó hoy a Natalia Marisa Oreiro Iglesias, nacida el 19 de mayo de 1977 en Uruguay, y a su hijo, Merlín Atahualpa Mollo Oreiro, nacido el 26 de enero de 2012 en Argentina.
El amor que el pueblo ruso siente por Natalia, que se hizo muy popular allí gracias a la exitosa novela Muñeca Brava, quedó retratada en el documental de Netflix Nasha Natasha, que retrata su gira por Rusia de 2014 y que un año después compitió cinco en el Festival Internacional de Cine de Moscú.
El documental muestra la gira de Natalia Oreiro por 16 ciudades de Rusia, y la dicotomía que surge en la intérprete a raíz del amor del público y de la tristeza por separarse de su hijo, que contaba con dos años de vida, por primera vez. Otras muestras públicas de su amor por Rusia ocurrieron cuando afirmó que "si hay que darse la vacuna contra el Covid, me doy la rusa, sin dudarlo", y el 12 de junio cuando felicitó a los ciudadanos de ese país por el día de su patria con un video fue publicado en la cuenta de Twitter de la Embajada rusa en Argentina.