Un día como hoy, pero hace 94 años, nació Mirtha Legrand bajo el nombre de Rosa María Juana Martínez Suárez. En su cumpleaños, la eterna diva se levantó de la cama con su envidiable energía y feliz: “Estoy muy bien, me desperté temprano y disfruto de este día espléndido, bellísimo. No doy abasto para atender el teléfono y responder los mensajes, soy muy agasajada”.
Declaraciones que dio en una charla telefónica con Nosotros a la Mañana, y en la que continúo expresando su alegría respecto a su festejo: “Me voy a reunir con mi familia y amigos, que seremos unos 15, y me voy empezar a preparar a las seis de la tarde para estar espléndida a la noche”.
Luego de escandalizarse por el "vacunagate", la Chiqui contó que ya tiene turno para aplicarse su dosis contra el covid y afirmó jovial: “Voy a ir a vacunarme con toda alegría y felicidad, dando gracias a Dios por estar todavía viva sobre esta tierra. Nunca imaginé llegar a esta edad, nunca jamás”.
“Voy a ir a vacunarme con toda alegría y felicidad, dando gracias a Dios por estar todavía viva sobre esta tierra. Nunca imaginé llegar a esta edad, nunca jamás”.
En ese sentido, Mirtha recordó que arrancó a trabajar a sus 14 años con su primera película, que uno de sus secretos de longevidad es “tener ganas” y reflexionó: “Ahora disfruto de la vida. Para mi pasó un año muy difícil, estando encerrada y por haber perdido a mi hermana. Es el primer año desde que nacimos gemelas que no voy a estar con Goldi. Pero yo sé que ella me está viendo. Siempre me veía”.
Sobre el confinamiento, Legrand admitió que la pasó mal, con “angustia y desesperación porque no salía ni al balcón por miedo”. “Es muy duro, muy difícil, hay que tener mucha salud mental. Hay que tener fe, pensar que esto va a pasar, que vamos a salir adelante. También me angustia mucho mi país, estamos tan separados, peleados, con tanta pobreza”, siguió.
“Con mi asistente, Elvira, llegaba un momento en que no teníamos tema para hablar. Lo peor es no hablar, y como no tenía con quien hablar, para ejercitarme leía el diario todos los días, y hacía kinesiología dos veces por semana porque estaba tirada en la cama viendo tele. Pero detesto la gimnasia porque tengo la teoría de que te arregla el cuerpo, pero te arruina la cara por tanto esfuerzo”, concluyó Mirtha Legrand exultante de ánimo, y con muy buen humor.