A un día de la esperada gran final de Gran Hermano 2016, Mauricio Guirao quiso abandonar la casa y debió ser asistido por un psicólogo. El joven había ingresado al reality con un objetivo: poder refaccionar su casa para lograr la adopción de su hermanito de 2 años.
Quebrado por la angustia, el joven ingresó al confesionario y pidió que le preparasen las valijas. Luego de conversar con un psicólogo, Mauricio habló en vivo con Jorge Rial y le explicó su malestar. “Quiero estar con mi hermano. Yo vine acá por él, a mí no me interesa lo que me puede llegar acá esto. Salgo de acá y sigo trabajando, vine a eso, no a colgarme de mi historia para ganar un programa o dinero”, comenzó entre sollozos.
“El dinero no me interesa, es lo que me faltaba, para que mi hermanito no use ropa usada. Igual, tampoco mi interesa porque a mi hermanito amor no le falta y es el bebé más feliz del mundo. Vine acá para poder comprarle ropa o algo que me guste. Pero el amor que nos tenemos no vale 500 mil pesos y me da bronca que la gente piense que vine para ganar plata”, completó el joven.
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