Son días de felicidad y mucho reconocimiento para Mariana Genesio Peña, que no se cansa de recibir halagos por su rol de Emma en la tira de Telefe, Pequeña Victoria. Pero fueron muchas y muy duras las situaciones que la actriz trans debió enfrentar cuando llegó en 2008 a Buenos Aires desde Córdoba, donde nació.
Sola y recién aterrizada en la ciudad, Mariana se alojó en un hotel familiar en Palermo. Allí, en su desesperación por no conseguir trabajo porque la discriminaban, llegó a evaluar ofrecer servicios sexuales. "Estuve muy sola y al borde de la prostitución", reveló la artista a la revista Gente.
"En el piso de abajo vivían todas las travestis que trabajaban en la zona roja y yo veía la vida que vivían ellas", contó la actriz, que recuerda que, a pesar de que en ese tiempo no tenía a nadie, a la vez se sentía muy viva porque "no tenía nada que perder".
"En vez de cobijarme en personas de mi mismo tipo, me banqué la soledad y empecé de a poquito", afirmó Genesio Peña y agregó que la decisión de prostituirse llegó a ser una opción porque ya no tenía dinero ni para comer.
"En un momento dije: 'Bueno, no tengo opción'. Era algo en lo que no quería caer, pero hablé con un amigo y decidí subirme a una página donde se ofrecen para tener sexo. Él me prestó un teléfono para trabajar y esa noche lloré un montón", relató. Pero, afortunadamente, a punto de empezar, la artista contó que "pasaron una serie de milagros".
"En un momento dije: ´Bueno, no tengo opción´. Era algo en lo que no quería caer, pero decidí subirme a una página donde se ofrecen para tener sexo. Esa noche lloré un montón".
"Esa noche fuimos a ver a Fernando Peña y no nos separamos más. El amor de mi marido me salvó de caer en la prostitución", dijo la intérprete que sostiene que lo que le pasó a ella "pasa una sola vez en la vida".