Lucía Ugarte, la creadora de la exitosa plataforma y comunidad de moda, belleza y estilo de vida internacional "Chicas Guapas TV", logró expandir su marca y tener su programa en América TV que actualmente puede verse todos los Domingos al mediodía.
Es referente no sólo de moda: sino también de no bajar los brazos. En su comunidad muestra sus logros y cómo alcanzarlos incentivando a las mujeres a lograr sus objetivos. En una charla intima con Ciudad, se abre y nos cuenta sobre todo.
-¿Cómo te definirías?
-Me defino como una auténtica diva obrera que para concretar cada meta sueña, trabaja, persiste e insiste hasta alcanzar cada objetivo. Conductora de televisión, productora, comunicadora, actriz y empresaria. Multifacética, histriónica, fashionista, trabajadora, honesta y fiel a mis convicciones. Amante del matcha -té verde japonés-, el diseño y el helado argentino.
-¿Creaste una comunidad muy grande, te imaginabas tanta repercusión?
-Ahí me salta el maldito lado inconformista que todos tenemos dentro, “nunca es suficientemente grande”, o “siempre se puede crecer más”. Será que me estoy poniendo más grande, pero cada vez intento trabajar en conectarme más con la gratitud y el camino que muy de a poco fui transitando. Cuando empecé que alguien me siguiera parecía un desafío bastante difícil -lo sigue siendo-, pero creo que ir conectando de manera genuina y honesta con el que está del otro lado hace que la pantalla digital se traspase y que cuando hacemos los eventos de Chicas Guapas se llene de “amigos” que fuimos cosechando a lo largo de ya casi seis años. Es imposible agradar a todo el mundo, pero si una persona ya te comparte mensajes positivos, otra te dice que se animó a dedicarse a lo que ama por lo que compartís o que lo que le enseñaste le cambió el humor del día, ya hacen que todo valga la pena.
"Tenía 32 años y las alarmas internas empezaron a sonar: no tenía ninguna intención de ser madre a corto plazo y ni sabía si quería ser madre algún día. Por eso apenas pude en medio de esta cuarentena me hice todos los estudios y decidí congelar óvulos para poder planificar -o no- mi posible maternidad respetando mis tiempos personales".
-¿Por qué tomaste la decisión de congelar ovulos? ¿Cómo es el proceso?
- El año pasado me llegó de casualidad una gacetilla de prensa con la información sobre el congelamiento de óvulos y hubo una información que me alertó: “A los 35 años decrece notablemente la producción de óvulos de las mujeres y el momento ideal para congelarlos es antes de esta edad”. En ese momento tenía 32 años y las alarmas internas empezaron a sonar: no tenía ninguna intención de ser madre a corto plazo y ni sabía si quería ser madre algún día. Por eso apenas pude en medio de esta cuarentena me hice todos los estudios y decidí congelar óvulos para poder planificar -o no- mi posible maternidad respetando mis tiempos personales. Inclusive lanzamos una campaña bajo el hashtag #RespetoMiTiempo en donde el tercer sábado de octubre de cada año vamos a compartir información sobre el tratamiento para que llegue a cada vez más mujeres.
- ¿Cuánto pesó tiene la mirada ajena con respecto a la maternidad?
-Lamentablemente todavía tiene mucho peso. Estamos en un momento de transición donde los mandatos sociales se están muy de a poco empezando a romper, pero los comentarios aparentemente inofensivos que recibimos del otro pueden doler profundamente. Por éso decidí compartir abiertamente mi experiencia, con sus luces y sus sombras, para que con responsabilidad las mujeres tomemos esta herramienta que nos da la ciencia para poder decidir y planificar nuestra maternidad.
- ¿Estás en pareja actualmente y él vive en Miami, como continuará su relación?
- Esta cuarentena la pasé de marzo a septiembre en Miami, y la verdad que de a poco empecé a armar mi círculo de amigos, empecé a soñar con proyectos y recibí propuestas de trabajo que me hicieron tener más ganas de instalarme allá. Aunque el motivo fundamental es mi novio Pablo con el que estamos ya hace seis años en pareja. La verdad que levantarme y desayunar juntos, compartir actividades, entrenar y terminar el día disfrutando de una película y cocinándonos rico me parece lo más lindo de este universo. Somos los dos muy activos, nos encanta salir a comer rico, ir a museos, navegar con amigos, ir a recitales… tenemos los dos el alma tana apasionada que también hace que tengamos nuestros encontronazos pero que fuimos con el tiempo aprender a manejarlos, respetando los espacios individuales de cada uno. Es una persona muy inteligente, dulce, buena gente y que sin lugar a dudas, me hace sentir la mujer más especial de este mundo.
- ¿Cuáles son tus objetivos personales y profesionales a corto y largo plazo?
-A nivel profesional estamos trabajando todos los días muy intensamente en nuestro programa que se emite los domingos a las 12 horas por América TV. Renovando las secciones, siempre consiguiendo nuevos invitados y figuras, nuevos temas a tratar, y grabando en paralelo desde Miami, Buenos Aires, Málaga, Ibiza, Los Ángeles y Nueva York. Es un desafío conducir, coordinar y llevar adelante el programa pero siento que con cada entrevista me enriquezco como ser humano. Aprendo mucho escuchando al otro, en otra vida debo haber sido psicóloga. También tengo mi colección cápsula de gafas con Orbital, estamos armando experiencias a la carta con Club Trendy -incluyendo viajes boutique para el 2021-, estoy lanzando mi productora audiovisual en Miami (Global Entertainment Enterprises), y con mi misma socia de Club Trendy lanzamos en plena cuarentena Proserpina, un laboratorio de negocios donde ayudamos a emprendedores y profesionales a ordenar sus ideas, ejecutarlas y concretarlas. A largo plazo, tengo muchas ganas de hacer proyectos regionales que visibilicen la moda sudamericana y que lleguen a todo el mundo. Estaba con algo de eso a punto de dar a luz pero… ¡Covid! A nivel personal siempre me propongo entrenar más ¡y no lo logro! Afianzar mi pareja y mi vida en Miami. Amo viajar, descubrir culturas, vivir experiencias, y vivir cada día al máximo. Me disfruto mucho a mi misma sola o en compañía, sea tomando una taza de té y comiendo chocolate mientras veo el atardecer, o haciendo un roadtrip con mi pareja por la Costa Azul de Francia.
- ¿Cómo mujer, viviste alguna situación de acoso?
-La verdad que desde los 18 estuve muy expuesta a los castings “dudosos” que había en páginas web. Tuve una vez una situación donde un supuesto productor me hizo ir a tomar un café a un lugar público y me decía “vos ya sabés lo que hay que hacer para triunfar en este medio”. Por supuesto que salí corriendo y no lo vi nunca más. Más de grande me pasó con productores de teatro muchísimo más grandes que yo que se me insinuaban y nunca daba lugar a nada. Es como que cuando estoy trabajando no siento ningún tipo de atracción por mis compañeros y colegas y separo las cosas. Es lamentable cuando tipos grandes se aprovechan de chicas jóvenes llenas de sueños por construir una carrera y “acceden” a estar con ellos para llegar a un lugar que muchas veces no existe. Cansada de estas situaciones me puse a estudiar producción y guión y empecé a crear mis propias oportunidades porque si me quedaba ahí sentada sentí que nunca me iba a elegir nadie y mi carrera jamás iba a empezar.
- ¿Por qué te definís como Diva Obrera?
- Explayándome en el concepto “Diva Obrera” cuando lo menciono hago una crítica irónica a la diva que tiene todo servido en bandeja versus las que nos tenemos que arremangar y salir a trabajar para conseguir las cosas. No se me cae ningún anillo al llevar cajas antes de una producción, de salir corriendo a buscar lo que haga falta y luego estar divina durante toda la conducción de un evento. Una vez, tenía que conducir la presentación de un programa para una señal muy conocida de latinoamérica y justo antes de entrar al evento me caigo con una de las cajas de regalos en un bocacalles lleno de agua y me lastimo toda la rodilla. Cuando llego al evento me ven con toda la pierna llena de sangre, me ayudan a curarla rápido, me puse mi mejor vestido y puse mi mejor sonrisa para que el evento saliera impecable. “El show siempre debe continuar”, y la ilusión, fantasía y enigma que genera una diva siempre me atrajo y me sedujo transmitir. Pero en mi caso siempre con los pies en la tierra y disfrutando también del Lado B de las cosas, siendo fiel a mi estilo.