El teléfono celular con el que trabaja a diario le jugó una mala pasada. A principios de mes, Marina Calabró (41) fue noticia por la difusión en Internet de fotos prohibidas en donde se ve su cuerpazo como Dios la trajo al mundo. Afectada y con la privacidad vulnerada, la panelista de Intrusos le decía a Ciudad.com: "Esas imágenes estaban en un celular viejo, que hace tiempo que ya no tengo. Son de hace tres años y no tenían un destinatario...No tengo idea de quién pudo haberme hackeado ese celular, pero haré lo posible para rastrearlo".
El tema quedó en manos de su abogado y la protagonista se llamó a silencio. No así su hermana, Iliana Calabró (49), quien visitó La mesa está lista y no pudo eludir el asunto: le preguntaron por la reacción de su madre, Coca, cuando vio las selfies hot de Marina y dejó a todos con la boca abierta con su llamativa respuesta.
"Le mostramos las fotos de Marina a mi mamá, y te juro, por que caiga redonda, que dijo: '¡Ay, qué bien peinada! ¡Mirá qué pelo, nena! Porque lo único que envido son los pelos'", relató Iliana, desdramatizando el asunto.
"Lo de las fotos fue un cimbronazo. No sé cómo le llegaron a mis hijos, pero Nico dijo: 'A Coca hay que mostrarle las fotos porque todo el mundo va a estar hablando. Estaba preocupado. Entonces, le mostramos las fotos a mi mamá, y te juro por que me caiga redonda, que dijo: '¡Ay, qué bien peinada! ¡Mirá qué pelo, nena! Porque lo único que envidio son los pelos'", relató la actriz, haciendo gala de su sentido del humor.
Luego, Iliana resaltó que la devolución despreocupada de Coca tiene que ver con el modo optimista con el que se toma la vida, que les trasladó a ellas: "Creo que toda esta buena energía, el buen humor y el seguir adelante es algo muy inculcado desde mi mamá que desdramatiza y nos da su apoyo. Y así concebimos nosotros las cosas".
El tema en cuestión hizo que la propia Iliana saque a la luz las fotos íntimas -robadas por Camus Hacker- que invadieron la Web en septiembre de 2014, en donde se la ve con un look de entrecasa, en su habitación: "Yo tengo la mala suerte de que el hacker me puso con la toca, sacándome el maquillaje y sentada en la cama. ¡No hay derecho! Yo que me peino, me produzco y me pinto toda, y este guacho... ¡No hay derecho!", bromeó y le puso una cuota de risa al asunto que, en su momento, la amargó.