Para todo amante del béisbol hay clásicos que son imperdibles, especialmente cuando se celebran por una buena causa.
Todos estos factores se combinaron el sábado, cuando Meghan Markle apareció en el estadio junto al príncipe Harry y sorprendieron a quienes habían sacado su entrada para ver a jugar en Londres a los Red Socks de Boston y los Yankees de Nueva York, en apoyo a la Fundación Invictus, entidad que patrocina su marido.
Vestida con un sobrio modelo de Stella McCartney, chatitas negras y su melena suelta al natural, Meghan hizo una excepción en su licencia de maternidad y volvió al ruedo, feliz, para disfrutar del divertido encuentro que incluyó regalitos para su hijo Archie (un enterito de los Red Sox y una camiseta con el número 19 de los Yankees) y saludos en los vestuarios con los jugadores.
Esta es la segunda oportunidad en la que Markle se deja ver desde que nació su hijo, el 6 de mayo. La última vez que la duquesa apareció en público fue durante las celebraciones por el cumpleaños número 93 de Isabel II, en el Trooping the Colour, cuando deslumbró con un espectacular anillo de diamantes.
Sonrientes y descontracturados, fiel a su estilo, la pareja real charló con todos y agradeció a los entrenadores y jugadores de ambos equipos.
Fotos: AFP
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