Un domingo a la tarde, a principios de 2013, Jorge Lanata me dio una exclusiva para BDV (Bien de Verano, por Magazine) contándome que recurriría al SWAP (intercambio de donantes). Todavía se desconocían las variables de la operación que finalmente se realizó el 28 de marzo de este año. Ese día, conocí personalmente a su mujer, Sara Stewart Brown, que me recibió afectuosamente y se fue con la pequeña Lola "a dar una vuelta así charlan tranquilos". Durante esa hora, Lanata brindó detalles de su salud, sin saber que esa mujer que acaba de cerrar la puerta, le donaría su riñón a un joven, y la madre del chico sería la donante del periodista. Dos mujeres salvando la vida de sus amores.
A 45 días de ese momento, Sara Stewart Brown charló con Ciudad.com para contestar un par de preguntas.
-Después de un transplante, a los 20 días Lanata volvió al trabajo, y vos ya entrenás para correr en el maratón de Nueva York. ¿Por qué la prisa?
-No hubo ningún apuro, sólo seguir normalmente con la vida. Nada más que hacer lo que a cada uno le gusta. Yo esperé a que me dieran el alta definitiva, y no volví a entrenar hasta que los cirujanos me dieron el OK.
-¿Te gustaría iniciar algún tipo de campaña, seguís en contacto con los donantes?
-Con ellos (Nora e Ignacio) a veces nos vemos en los controles y cruzamos algunos mensajes. En cuanto a la campaña, me parece que ya lo hicimos, nunca antes estuve cómoda con la idea de exponerme, que ahora haya accedido a mostrarme tiene que ver con demostrar que no hay mucho rollo en donar, que se puede hacer si sos una persona sana y que podés seguir con tu vida muy rápido.
-Contaste que te informaste mucho antes de acceder al transplante. ¿Qué descubriste, que información te sorprendió?
-En Estados Unidos, donde tienen estadísticas y mucha experiencia con donantes vivos, me dijeron que el donante vive más que la media de la población, eso es porque estás más monitoreado y tenés más conciencia de tu salud.
-Confesaste en una nota que aún separada hubieses donado el riñón, ¿qué es lo que te une a Jorge después de tantos años, más allá del amor y tu hija?
-Yo qué se. Ya son muchos años, pasamos de todo juntos.
-¿Qué te dijo tu hija cuando le contaste del transplante?
-Ella se asustó. Tenía miedo de que nos pasara algo. Le hablamos siempre con la verdad, incluso Pablo Raffaele, el médico a cargo de todo el procedimiento, habló con ella y le explicó todo. Le dimos mucha contención y la participamos mucho de todo el proceso.
-¿Te gustaría volver a ser mamá?
-Cualquiera esta pregunta! ;)