Julieta Díaz y su padre, del actor Ricardo Díaz Mourelle, subirán juntos por primera vez al escenario con el espectáculo poético musical "El oficio de dar: para no quedarnos con las manos vacías", con idea, libro y dirección del segundo, que se verá los miércoles de agosto en el porteño Centro Cultural de la Cooperación
"¿Por qué 'El oficio de dar'?", dice Díaz Mourelle. Porque somos lo que nos dieron, porque somos lo que damos. El oficio de dar nos construyó. El oficio de dar de los poetas, de los músicos, nos enseñó también a dar, nos animó a escribir poemas y canciones y a cantar. Por el sólo goce de dar, como una madre da a su hijo, sin pretender nada a cambio. Dar, para no quedarse con las manos vacías".
Su hija Julieta aporta en una nota de prensa: "Este espectáculo nació hace muchos años. Me crié con mi padre actor, poeta y cantor. Él me enseñó a leer y a interpretar un personaje, una historia, tocando la guitarra y el bombo; cantando canciones propias y ajenas, que sabía y sabe hacer propias. Entre muchas otras cosas, me enseñó eso de que la poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita. Fue y es un padre-maestro".
Los arreglos y la dirección musical del espectáculo pertenecen a Daniel Homer, con Leandro Marquesano al piano y Diego Gazzaniaga en percusión, diseño de luces de Ana Heipern y asistencia de dirección de Hernán Pulido.
Las funciones de "El oficio de dar: para no quedarnos con las manos vacías", serán los miércoles de agosto a las 20 en una de las salas del complejo sito en Corrientes 1543.