Después de haber dado a luz a su segundo hijo, Belisario, Juana Repetto contó en detalle cada etapa de su parto sin intervenciones. En la séptima, reveló que en todo momento sintió muchísimo miedo de desmayarse.
"Yo siempre tranquila, respirando, muy enfocada y decidida a pasar las contracciones acompañando el dolor y no poniéndole resistencia. Cuanto menos tenso y más relajado este el útero, más fácil, rápido y amigablemente se va a abrir el camino para que salga el bebé. Estoy en esa, muy relajada y respirando en cada contracción, en otro planeta", expresó.
Y habló puntualmente de su miedo a perder el conocimiento: "Entre contracciones vuelvo un poco a la realidad, estoy temerosa con el expulsivo. Hacía meses flasheaba que tal vez me desmayaba (tenía ese fantasma). Les digo a Edi y Tito que estaba algo asustada y me dicen que es re normal en este momento el miedo, pánico, ganas de salir corriendo, el decir o sentir que no podés. Me decían que el trabajo más groso ya lo había hecho, que era el final. 'Si te desmayas te despierto, tranquila', me decían".
"Entre contracciones vuelvo un poco a la realidad, estoy temerosa con el expulsivo. Hacía meses flasheaba que tal vez me desmayaba (tenía ese fantasma)"
Sin embargo, logró dar a luz y dejar atrás su miedo gracias a la contención de quienes la acompañaron en todo momento. "Me insisten en que si me daban ganas pujara. Yo lo hacía tímidamente (como estaba asustada con el expulsivo creo que me resistía) hasta que en un momento empiezo a hacer sonidos de fuerza (hasta ese momento solo respiraba). Tito me dice 'BIEN, GRITÁ SI LO NECESITÁS'. Yo no me acuerdo de esto, pero Sebi me contó que cuando hice ese sonido como de fuerza, que se ve que fue el primer pujo real, empezó a asomarse el bebé y cosas, como que recién ahí fue 'se viene'. Bueno, me lo tomé a pecho. Habré gritado como un burro unos 3 pujos y en uno de esos siento 'plaf'. Pensé que había salido la cabeza... Pobre de mí, había roto bolsa. Pero por qué la cabeza estaba ahí y la rompió, o sea tenía algo de sentido mi ilusión", sumó.
Y se despidió agradeciéndole a su pareja, Sebastián Graviotto, por haberle sostenido la mano durante todo el proceso. "SIEMPRE haciendo un laburo CLAVE y muy hermoso. Mimos, me alentaba, me decía que yo podía, MUY conectado. Utilizó todos los recursos que habíamos visualizado. Superó ampliamente mis expectativas. Para el final (llegó el fantasma) me siento mareada, me ofrecen agua, tomo. A Sebi se le ocurre tirarme agua fría en la cabeza y fue LA GLORIA. Se vinieron los últimos pujos, Tito dice 'está ahí'. Sebi le toca la cabeza, yo también. Ya no hay miedo, fantasma, NADA, solo quiero que nazca YA", cerró.