Hace unas horas, Jazmín Stuart decidió contar lo que le pasó en estos días con un repartidor que le alcanzó un pedido de la farmacia. Una actitud que la emocionó porque, más allá de que sea destacable en cualquier momento, en tiempos de cuarentena, cuando muchas mujeres se ven obligadas a vivir encerradas con sus abusadores, vale por mil.
Sucede que la actriz tuvo un accidente doméstico que la dejó con la cara llena de moretones. Al verla, el delivery pensó que podría tratarse de una víctima de violencia de género y, a los minutos de irse, volvió para preguntarle si necesitaba ayuda. Y no se fue hasta que se aseguró de que estaba bien.
Conmovida, Stuart contó su hermosa anécdota durante el aislamiento mediante sus historias de Instagram.
"Recién me pasó algo que quiero compartir. Hace un par de días tropecé en casa y me hice un chichón en la ceja, que unas horas después me dejó los dos ojos morados. (Sí, malísimo… Menos mal que fue en cuarentena y no en el medio de un rodaje)", arrancó.
Y siguió: “El tema es que hoy tuve que pedir un par de cosas a la farmacia (estoy con hijo y no puedo ir yo). Cuando vino el repartidor, intenté no mostrar mucho la cara, un poco por coquetería y otro poco para ahorrarle la impresión, pero en algún momento cruzamos miradas brevemente".
"Terminó de entregarme el pedido y se fue. A los cinco minutos volvió y tocó el timbre. 'Perdoname, quiero saber si estás bien. ¿Necesitás ayuda?'. 'Uy, ¿te preocupaste porque estoy moretoneada? Me golpeé yo, como una boluda'. '¿Estás segura?'. 'Sí, te lo prometo. Te lo juro', contó Jazmín sobre el diálogo que tuvieron.
“Cuando se quedó un poco más tranquilo y nos estábamos despidiendo, me agarró una emoción tremenda y le dije: 'Che, es muy importante y hermoso esto que hiciste. Gracias'. Y me quedé pensando: ojalá todxs fuéramos así en el mundo", agregó.
Finalmente, la actriz dejó un mensaje con los teléfonos oficiales donde pueden pedir ayuda todas aquellas personas que estén pasando la cuarentena con su maltratador: la línea 144.