El día en el que cumpliría años, su padre movilizó a Inés Estévez (55). A través de su cuenta de Instagram la actriz refirió una experiencia muy fuerte que le tocó vivir relacionada a la adopción de Vida (11) y Cielo (10), sus hijos.
La actriz de Pequeña Victoria relató cómo siente que su padre “obró” en la llegada de sus dos grandes amores. “Ayer, 19 de Mayo, el Viejo hubiera cumplido 101 años. Pero además se cumplieron 9 años del día en que sonó el teléfono y una voz dijo ‘hay dos menores acá para ser dadxs en adopción’”, empezó contando.
"Me llamó mi sobrina diciendome: ‘soñé con el abuelo, fue tan vívido que te lo tengo que contar, me dijo que te diga que los dos bebés están con él y están bien’. Y agregó ‘no sé si eso tiene sentido para vos’".
“Resulta que cuando el Viejo se muere tenía 78, y después de eso se nos fue apareciendo en sueños a varios de nosotros. Entre ellos a mi sobrino que es el de la anteúltima foto, y que un par de años después de esa captura, se despertó de una operación y dijo ‘vino el abuelo y me tuvo de la mano todo el tiempo’. De mí se despidió -en sueños, claro- luego de algunos años con un último consejo maravilloso que alguna vez les voy a compartir. En esa despedida me advirtió que no vendría a visitarme más, que yo ya podía sola. Y así fue. No volvió”, rememoró.
"Cuando fui a fijarme la fecha para coordinar cita para conocer Vida y Cielo, me percaté que se trataba del mismísimo día del cumpleaños del Viejo. Así que Pá: ‘Los dos bebés están conmigo, y están bien’".
“La cosa es que pasados 8 años de su muerte y 3 o 4 de no ‘encontrarnos más’ en sueños, accedo a la idea de ser madre y comienzo a perder embarazos. Nadie en la familia estaba al tanto del plan de tener hijos ni de la dificultad de concretarlo. Un buen día, me encontraba en una motorhome maquillándome para ir al set, cuando suena el celular y llama mi sobrina @silvinaestevez diciendome: ‘soñé con el abuelo, fue tan vívido que te lo tengo que contar, me dijo que te diga que los dos bebés están con él y están bien’. Y agregó ‘no sé si eso tiene sentido para vos’. Le respondí que sí, y que algún día hablaríamos al respecto. Pensé en lo confuso de los sueños y en la energía, pensé que acababa de perder el cuarto embarazo y era un solo bebé, pensé que mi sobrina era muy perceptiva y obviamente, pensé en el Viejo. Con el tiempo olvidé por completo esa llamada”, continuó contando Inés sobre la experiencia.
“Cuatro años más tarde descubrimos que para tener hijos teníamos que hacer un tratamiento con asistencia clínica y blá. Me pareció más justo para el mundo el camino de la adopción. En el trayecto consideré hermanos, que son los que en general la gente rechaza, y así nos anotamos como posibles adoptantes. Dos años más tarde sonó el teléfono y nos dijeron que ahí estaban Vida y Cielo. Cuando fui a fijarme la fecha para coordinar cita para conocerlas, me percaté que se trataba del mismísimo día del cumpleaños del Viejo. Así que Pá: ‘Los dos bebés están conmigo, y están bien’. Feliz Cumpleaños”, finalizó Inés Estevez, a corazón abierto sobre la coincidencia de la fecha de su padre y la llegada de sus dos nenas.