En diálogo con Juan Etchegoyen en Mitre Live, Guillermo Marín reveló que ni bien se separó de Valeria Archimó, con quien tuvo a su hija Ámbar, pasó por el estudio de su tatuador amigo para hacerse un significativo tatuaje en la espalda.
“Todos los tatuajes tienen un por qué, fue algo que me ha pasado en la vida, en cada momento. Me tatúo por eso. Desde el Ave Fénix por un resurgimiento mío... En la separación me tatué la espalda con frases“, afirmó el productor teatral.
“Todos los tatuajes tienen un por qué, fue algo que me ha pasado en la vida, en cada momento. Me tatuó por eso. Desde el Ave Fénix por un resurgimiento mío... En la separación me tatué la espalda con frases".
Y detalló qué significa el tattoo que se hizo ni bien se separó de la mamá de su hija: "En la separación de Valeria me tatué la espalda con frases. Son frases de Gandhi lo que me hice. Yo soy fanático".
En la misma línea, aprovechó la oportunidad para remarcar que la separación "no fue repentina". "Veníamos desgastados desde hace tres años“, aclaró sin vueltas.
"En la separación de Valeria me tatué la espalda con frases. Son frases de Gandhi lo que me hice. Yo soy fanático".
Antes de cerrar, también contó cómo es hoy su relación con la bailarina. "Es la mejor bailarina pero no es íntima amiga mía. No me gusta mentir. No existe ni media posibilidad de reconciliación. Es una gran madre. Es una gran mujer, le tengo el respeto que hay que tenerle a la mamá de mi hija. No pasa mucho más por ahí“, sentenció.