Cuando el covid comenzó a avanzar con fuerza en la Argentina, Gladys Florimonte se instaló en su casa de Córdoba. Aunque le está haciendo frente a una delicada situación económica, agradece poder estar inmersa en la naturaleza.
"Amo estar en Córdoba, acá tengo mi casa y tuve también que quedarme a arreglarla un poco porque los inquilinos anteriores no fueron muy cuidadosos. Se fueron y me quedé a arreglar todo. ¿Qué iba a hacer encerrada en el departamento de Buenos Aires? Para cagarme de hambre allá, prefiero cagarme de hambre acá y por lo menos tengo aire puro y libre", reconoció en diálogo con la revista Pronto.
Entonces, contó que está viviendo gracias a sus ahorros de toda la vida ya que trabajar en el mundo del espectáculo en este contexto es complicado. Especialmente, por las restricciones que buscan frenar el covid.
"La puedo pilotear pero porque hace tres años que no me tomo vacaciones. Y te digo que necesitaba un descanso pero no me tomé ni un solo día. Desde que laburé con Lanata para acá, ahorré todo lo que trabajé para este momento. ¿Cuánto te gastás en ir afuera? Un montón. Yo no viajé a ningún lado y cuando fui a lo de Del Moro, gané una buena guita... Lo transformé en dólares porque me idea era ir a ver a la Virgen de Guadalupe pero no pude viajar. Ahorré todo, laburé y dentro de todo pude pilotearla. Soy austera y te cuento que tuve que vender un auto y una camioneta", reveló.
Y remarcó que se tuvo que "achicar" para llegar a fin de mes: "Vendí la camioneta y un auto. Ahora ando en un autito de mierda pero no me importa eso porque cuando volvamos al ruedo y a la normalidad, con laburo sé que puedo volver a comprar una camioneta como la que tenía. No me calienta tener el mejor auto. Sale mucha guita el seguro del auto y la obra social; ya ahí tengo un gasto importante. Antes tenía seguros contra todo riesgo y ahora no tengo nada; tuve que bajar todo".
Antes de cerrar, contó que vive al día y que ni siquiera puede comprarse una prenda de ropa. "Tenía tres tarjetas, hoy tengo dos y estoy tratando de cancelar la segunda para quedarme solo con una. Tuve que pagar multas del auto, deudas y hoy tengo solo para sobrevivir. Vivo al día, pago la obra social y como. Nada más que eso porque no tengo lujos. Ni siquiera ropa me compro", cerró.