El miércoles 29 de noviembre, Rocío Gancedo tomó la drástica decisión de suicidarse arrojándose desde el quinto piso del edificio en el que vivía, en el barrio de Las Cañitas. A comienzos de este año, la ex Gran Hermano había ingresado a una clínica psiquiátrica por su propia voluntad debido a una fuerte depresión detonada por la muerte de su padre en septiembre de 2016. Una de las primeras personas que se acercó al lugar del hecho fue el psicólogo Gervasio Díaz Castelli. “Quedé como un referente de salud mental tanto para ella como para su familia, con quien también tengo diálogo”, le explicó a Ciudad sobre su presencia, aquel fatídico día.
Una semana después, Jorge Rial reveló un audio de WhatsApp de Díaz Castelli a Gancedo. “Suponé que el día de mañana yo vivo con vos, ¿sabés lo que haría? Te despierto a la mañana, te ato a la cama. Te ato a la cama, te hago durante tres horas el amor. Sexo trash. Después de eso, ducha caliente. Descargada, te siento en una silla adelante mío y empiezo a ver si vos podés tomar algo del otro, descargada física y psíquicamente, sin que entiendas que el otro te quiere atacar. Tomo algo del otro, tomo algo, entiendo por qué me explica, porque cuando uno está un poco chiflado se olvida de la idea de empatía, de lo que genera en el otro. Descargadita yo te siento y te empiezo a domar. ‘Esto es así, Rocío. Tenés que tener miramiento por la realidad, tenés que medir el impacto de tu conducta y tu actitud sobre el otro. Es todo un trabajo que vos tenés que hacer, que te cuesta muchísimo”, se escucha decir al psicólogo.
"Tiene que quedar en claro y la familia lo sabe es que yo jamás fui el psicólogo tratante de Rocío, era amiga mía".
Díaz Castelli se comunicó en vivo con Intrusos y explicó el tenor de su relación con Gancedo. “En principio, tiene que quedar en claro y la familia lo sabe es que yo jamás fui el psicólogo tratante de Rocío, era amiga mía. Y la familia está absolutamente al tanto de que jamás fue paciente mía. Después sobre el audio, no sé cuál es la cuestión que espanta. Es una charla entre dos adultos que en algún momento [surgió] una especie fantasía que se puso entre los dos y que quedó en la nada. Y te diría que quedó como una anécdota graciosa. Era una chica muy inteligente, tenía un juego conmigo que era eso, que era una cosa de cierto voltaje entre dos personas adultas, como muchos de ustedes deben tener con sus parejas. Y si bien yo no fui su pareja y no tuve una historia con ella jamás y esto va a quedar claro cuando se perite el celular”, comenzó Gervasio.
“Yo lo que hice estas semanas fue sostenerla. Así como con mucha gente del medio que me puedo sentar a darle una mano. La mandé al hospital Rivadavia, al Fernández. Fue un juego, ella me decía que estaba tensa y yo la mandaba a andar en bicicleta, a correr. Era una topadora de energía, una mujer muy inteligente, sobre todo. Yo estoy muy triste por todo lo que pasó. Con mis amigas hablo así, cuando tengo que ser psicólogo, soy psicólogo. No hablo de esa manera. En ese audio yo remato hasta con sentido del humor. Yo era un amigo de confianza y podía hablar con ella en esos términos. Ella tenía un vínculo de ambivalencia afectiva. Ella estaba mal y me dijo que necesitaba que no la dejara tirada. Yo la veía 15/20 minutos cada 15 días en un café”, continuó.
"Es una charla entre dos adultos que en algún momento [surgió] una especie fantasía que se puso entre los dos y que quedó en la nada".
“Nosotros nos reíamos de este audio, decíamos que era un papelón. Ella lo que quería era sostenerme como amigo, la acompañé a entrevistas de trabajo y hasta le conseguí un trabajo. No siento haber fracaso como amigo, la orienté cómo pude. El otro es un adulto y hace lo que puede. Si me hubiese dicho que estaba mal, hubiera hablado con la familia. Yo la quise mucho y ella me quiso. Este audio es para la inquisición y nada más, no me interesa. El juego era ese, yo le decía que la ansiedad se resuelve con sexualidad y deporte. Le debo haber enviado otros mensajes más ‘trash’, como digo en ese. Ella jugaba, decía barbaridades y nos reíamos mucho. Yo tengo mi familia, tengo mi hija, nada que ver”, aseguró Gervasio.
Además, Rial le consultó si tenía miedo de que el audio le pudiera traer algún inconveniente profesional. “Cero, esto no me puede traer ningún problema. La familia sabe quién soy, están los teléfonos, cero problema. Nada. No tengo ningún temor. Nada de nada de nada. Estoy conforme de cómo me manejo con mis amigos. Si yo hubiese sido su médico tratante y hubiese visto un índice de riesgo, hablaba con la familia para indicar una internación. La vi por última vez unos 10 días antes, un poquito más. Estaba contenta porque iba a trabajar en un bar. Yo me puedo dar cuenta si una persona corre riesgo si es paciente mía”, completó el psicólogo.