Este domingo, Gerardo quedó afuera de Bake Off, el exitoso reality que conduce Paula Chaves por la pantalla de Telefe. “A mí no me gusta verme, yo siempre tuve mucho prejuicio en verme, es más mis propios prejuicios hacían que no me pudiera anotar en los castings, pero por suerte la producción siempre me cuidó mucho”, contó en Por si las moscas, por La Once Diez.
“Yo sentía prejuicios con mi gordura, mi obesidad, con mi edad, me daba miedo verme. Transpiro mucho también, y con los reflectores era peor y me daba más miedo, pero la producción me maquillaba siempre, me cuidaban, me acompañaban. Y disfruté tanto finalmente, que me divertí, me reí, me sentí un niño de nuevo. Fue una de las experiencias más importantes de mi vida, fue como estar en Disney”, continuó el exparticipante.
“Me reencontré con mi vida interior después de una gran depresión. No me importaba nada de lo que piensen, yo quería que cada torta que hiciera tuviera un mensaje. Y me cambió la vida al aceptarme”, confesó Gerardo. “No me importa que digan que lloro. Me dijeron que tenía que abrir Twitter para el programa, pero me dijeron que no lo mire, me explicaron que no me tenía que importar, hablen mal a o bien de mí, están hablando igual. Pero igualmente los memes son muy graciosos y he recibido mucha cantidad de afecto”, dijo sobre las repercusiones.
Gerardo también habló del desafío por el que quedó eliminado. “Cuando saco el aro, festejo con Paula porque sentí que se había armado, pero cuando saqué el plástico se desplomó como si hubiera recibido 50 grados de golpe, ya sentía que ya me iba. En esta instancia de la competencia un error así, te cuesta la salida. Cualquier error te deja afuera. Hay un nivel demasiado alto”, comentó.
Sobre el final, Gerardo contó quién es su favorito. “Posible ganador es Angelo, porque me parece un pastelero de ley, Agus porque es prolija y excelente en todo lo que hace, y Sami es muy buena compañera, tiene una energía hermosa, alguno de ellos tres va a ganar”, concluyó.