Junto a Mejor director y Mejor película, son las ternas más preciadas de la noche de los Oscar. Frances McDormand se alzó con la estatuilla como Mejor actriz por su destacado papel en Tres anuncios por un crimen, mientras que Gary Oldman hizo lo propio por su increíble rol de Winston Churchill en Las horas más oscuras.
La artista protagonizó uno de los discursos más poderosos de la velada, luego de ser presentada por Jodie Foster y Jennifer Lawrence, Las actrices fueron las encargadas de entregar el premio en reemplazo de Casey Affleck, quien decidió no asistir a la premiación tras la polémica suscitada por una denuncia de abuso sexual en su contra.
"Somos un grupo de barrabravas y anarquistas, pero nos vemos bien cuando nos bañamos”, dijo McDormand antes de dejar la estatuilla en el piso para "tomar un poco de perspectiva". Luego, le solicitó a todas las mujeres presentes en la sala que se pongan de pie. "Me despido con dos palabras: inclusión y brillar", concluyó con un gran aplauso.
Oldman brindó un largo discurso y hasta bromeó por lo extenso de sus palabras. "Hace muchos años que vivo en los Estados Unidos y estoy muy agradecido por todo lo que me ha dado: mi casa, mi familia y ahora un Oscar. Quiero dedicarle este premio a mi madre, que está mirando esta ceremonia desde su sofá. Mamá, prepará la comida porque llevo un invitado", bromeó el actor inglés.