No importa si el día es gris cuando el corazón está contento. Como el de Floppy Tesouro, a días de su reconciliación con Rodrigo Fernández Prieto, con quien arrancó el 2020 de vacaciones en Punta del Este, más unidos que nunca.
Y luego de tanto disfrutar de varias jornadas radiantes de sol, Floppy aprovechó que el clima no daba para playa y armó plan "de chicas" con su hija Moorea.
Foto: GM Press.
Montada en sus glamorosas botas de lluvia Chanel, preparada para cualquier inclemencia del tiempo, la modelo le propuso a su niña de tres años ir a pasear por las calles céntricas esteñas.
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Como suele suceder con chicos pequeños, la nena se cansó de caminar y pidió que la alzara, por lo cual Tesouro terminó cargándola en brazos durante un buen tramo. ¡Qué entrenamiento!
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Pero ni el cansancio ni la amenaza de lluvia pudieron con la sonrisa de la modelo y panelista, que recientemente aseguró que en estos cuatro meses en los que estuvo separada del papá de su hija los dos maduraron "en diferentes aspectos".
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Decidida a aprovechar este tiempo juntas, Floppy la llevó a hacer compras a la zona comercial de la ciudad uruguaya que signó la vuelta de la vida en familia de tres.
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Juntas, las chicas recorrieron de la mano los típicos puestos de venta de productos de playa y compraron lo que necesitaban.
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Pero antes de emprender la vuelta, hicieron un alto en una famosa casa de chivitos de Uruguay para recargar energías con una rica comida y continuar su recorrido.
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Hacia el final del paseo las esperaba Fernández Prieto, que las pasó a buscar en auto para seguir disfrutando juntos de esta nueva etapa de su relación, que bien fue definida por su hija. "Mamá y papá volvieron a ser novios, qué lindo", contó Floppy que dijo Moorea cuando se dio cuenta de que sus papás habían decidido darse otra oportunidad.
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¡Un día perfecto!