Cuando en Intrusos hablaban del esfuerzo que tienen aquellos periodistas radiales, como Marcelo Longobardi, que trabajan en la franja de la primera mañana, Evelyn von Brocke relató el esfuerzo familiar que tenía con su exmarido Fabián Doman.
“Longobardi viene desde hace un tiempo con el tema del horario, el tráfico, la llegada. Es muy temprano y son muchos años levantándose a las cuatro de la mañana y se ponen de muy mal humor con los años”, empezó diciendo la periodista antes de revelar cómo era la exigente rutina de su exmarido que obligaba a todos, y sobre todo a ella, a acompañarlo con sus tres hijos, Federico, Cocó y Marc.
“Yo lo viví en casa. Es tremendo. Toda la casa tiene que girar en función de las cuatro de la mañana, que era cuando se levantaba”, lanzó la panelista sobre su vida con el exanimador de Intratables. “¿Le estás pegando a Doman?”, “¿Te pasó con Doman?”, preguntaron sus compañeros del ciclo de América y ella no lo negó.
"La cena tenía que estar siete y media u ocho. Ya se ponen el pijamita, están con la almohada y que nadie haga ruido. Que nadie camine porque duerme".
“Sí. Me lo imagino a Longobardi que se va a dormir a las siete de la tarde. Se mete ya con su pijamita a su cuarto. Me lo imagino porque era lo mismo en mi casa. La cena tiene que estar siete y media u ocho. Ya se ponen el pijamita, están con la almohada y que nadie haga ruido. Que nadie camine porque duerme”, enumeró, con minuciosidad.
“¡Doman era un rompe huevos!”, se quejó Rodrigo Lussich. “Longobardi es lo mismo, si son de la misma camada. Eso yo lo viví décadas”, aseveró Evelyn von Brocke, ¿tirándole un palito a Fabián Doman?