El amor de Eugenia Tobal (41) Francisco García Ibar (36) quedó coronado el pasado 14 de diciembre con la llegada de Ema, la primera hija de la pareja. Y mientras disfrutan este nuevo rol con la crianza de la pequeña, la actriz comparte con sus seguidores dulces postales familiares y tips para compartir con otras mamás.
En esta oportunidad, Tobal recibió la visita de Naty Franzoni (quien tuvo a Ramiro, su segundo hijo, el 5 de diciembre) para mostrar los beneficios del masaje de Shantala, una técnica milenaria que posee muchos beneficios para los más pequeños de la casa.
A través de un vivo que transmitieron en el Instagram de Eugenia, Franzoni explicó el paso a paso para llevar a cabo esta sesión junto a la beba de Tobal: "Este es un masaje que nace en el sur de India y lo trae a Occidente, para que nos enteremos todos, un médico francés que fue a trabajar a lo de la madre Teresa de Calcuta", comenzó diciendo.
"EL MASAJE SHANTALA TIENE UN MILLÓN DE BENEFICIOS, SOBRETODO EN LA CONEXIÓN DE LA MAMÁ CON EL BEBÉ. TAMBIÉN SIRVE PARA QUE NO TENGA GASES, PARA QUE DUERMA MEJOR Y LE ACELERA TODA LA PARTE MOTRIZ".
"Este doctor siempre veía a una mamá haciéndole unos masajitos a su bebé y se quedaba loco mirándola porque no podía creer el efecto que generaba, entonces le pidió fotografiarla y nos mandó todas estas técnicas para que lo puedan hacer las mamás", agregó.
Luego, la conductora habló de los beneficios de estos masajes: "Tiene un millón, sobretodo en la conexión de la mamá con el bebé. También sirve para que no tenga gases, para que duerma mejor y le acelera toda la parte motriz porque tocamos todos los músculos. Es un masaje integral".
"Lo podés hacer en silencio, con música o hablando, lo importante es que veas cómo se predispone el bebé. La idea es hacerlo apenas nace, cuando se le cae el cordón y que no se haya dado ninguna vacuna. Y también la idea es hacerlo siempre a la misma hora porque ellos van a esperar el masaje".
En ese momento, la mamá de Ema intervino: "Mejor que no haya comido, por eso no le estoy dando la teta. Después de esto, le doy de comer y duerme perfecto".
Tras escucharla, la profesora siguió: "Vamos a usar aceite de coco o de almendra, tiene que ser natural. Lo ponemos en la mano, nos frotamos y lo primero que hacemos es pasarlo por la parte del tórax y abdomen. Lo podés hacer en silencio, con música o hablando. Lo importante es que veas cómo se predispone el bebé. Esto lo vamos a hacer seis veces. Después desde la cadera en forma de ola hacia arriba como en forma de x, y con el dedo meñique terminamos en el cuello. La idea es hacerlo apenas nace, cuando se le cae el cordón y que no se haya dado ninguna vacuna. Y también la idea es hacerlo siempre a la misma hora porque ellos van a esperar el masaje. La adaptación es de 7 a 10 días".
"Esto es con mucho amor, le vas a hablando. La mejor técnica es ver qué le gusta a tu bebé, qué le da placer porque los masajes les evita dolores, el estrés y los hace sentir en casa y encontrar su momento de paz".
"Luego vamos a estirarle los bracitos como en forma de rosca. Otro paso es pararnos en la muñeca y vamos a ir estirando toda su manito. Esto puede durar 5 minutos o 20, según cómo esté el bebé. Siempre se maneja una parte y después la otra, nunca a la vez. Lo mismo vas a hacer con las piernas. Lo ideal es ponerlo de costado para hacer esto. Por último, ponemos al bebé boca abajo y está bueno porque fortalece el cuello", continuó.
Y, tras ver a la pequeña muy tranquila sobre sus piernas, cerró: "Le masajeamos desde el cuello hasta la cola y piernas y después viceversa. Esto es con mucho amor, le vas a hablando. La mejor técnica es ver qué le gusta a tu bebé, qué le da placer, porque los masajes les evita dolores, el estrés y los hace sentir en casa y encontrar su momento de paz".
¡A tomar nota!