Cada una por su lado se habían pasado facturas, incluso intercambiaron reproches vía telefónica, hasta que el viernes a la tarde María del Mar Cuello Molar (24) y May Alexander (27) se cantaron las 40 cara a cara. El living de Intrusos fue el escenario en que la cordobesa y la ecuatoriana sacaron sus trapitos al sol, cruzaron chicanas, llantos y reclamos.
Si bien no se saludaron, el diálogo comenzó cordial, con Jorge Rial como mediador y María del Mar conciliadora: "Me sigue provocando lo mismo de siempre, cariño y afecto". Aguerrida, May no esperó para dar el primer golpe: "Si digo que me es indistinta, sería una hipócrita. Nunca fui amiga (N. de la R.: aunque usted no lo crea, fue la testigo de su boda). Sí me dolieron ciertas actitudes y manejos. Y después, con tal de quedar como víctima, como lo está haciendo, tira estiércol para cualquier lado. Eso no me gustó. Con alguien así no puedo seguir teniendo ningún tipo de amistad, porque yo soy de las personas que se juegan por los amigos, a media no me van las cosas".
María del Mar: "Me casé sabiendo de la enfermedad porque igual lo amo, y si Matías tuviera que estar en tratamiento de por vida, lo amo igual y voy a seguir estando. El divorcio prácticamente me costó por vos (May), porque vos fuiste la que me dijo que Matías me era infiel, mostrándome mensajes".
Así, la exesposa de Matías Alé minimizó su vínculo con quien fuera la testigo de su casamiento: "Grandes amigas no somos, porque no la conozco de toda la vida. Nos conocemos hace un año". Las ironías iban y venían, con los relatos de cómo comenzaron su amistad y superaron malos momentos. "Sepan todos que Maira estuvo siempre conmigo, que es una excelente mujer, porque yo me quedo con lo bueno", exclamó María del Mar tras aclarar que no tuvo la chance de decírselo en privado a su otrora amiga, porque la había bloqueado.
Intransigente, la morena le achacó el afán de fama a la cordobesa: "Yo conocí a María, no a Paris Hilton". Luego, reveló una anécdota que vivió cuando fue a visitarla a Carlos Paz: "Le pregunté si podía pasar por su casa para darme una ducha y me dijo que vaya a la casa de su abuela. Alguien que estuvo en mi propia casa casi un mes, ¿no me podía prestar su casa para darme una ducha? Es vergonzoso lo que estoy diciendo".
Al regreso del corte, que Rial describió como muy tenso, May volvió a la carga: "Ella es la que lucró para su carrera con un paciente. Ahora es famosa, que es lo que quería. Que siga con su circo, se le van a seguir cayendo las caretas (…) No soy hipócrita, no quiero hacerme la Heydi, no soy una bruja. La gente me comprará o no, yo soy así". Entonces, blanqueó sus sospechas de que María del Mar propició el delirio místico de Alé: "A alguien que dice que tiene problemas de delirios místicos (Matías) y todo lo demás, tú lo fogoneas con que vaya a ver a tal tarotista, a la virgencita, ¿en qué puede terminar esa persona?".
El contraataque de María del Mar, tras asumir la consulta a personas "por espiritual y bueno", fue igual de fuerte: "Me casé sabiendo de la enfermedad porque igual lo amo, y si Matías tuviera que estar en tratamiento de por vida, lo amo igual y voy a seguir estando. El divorcio prácticamente me costó por vos, porque vos fuiste la que me dijo que Matías me era infiel, mostrándome mensajes".
May Alexander: "Vos abandonaste a Matías, te fuiste a Carlos Paz a distraerte y te encontraron en una foto con otro tipo. ¿También tengo la culpa de eso? Fijate bien lo que decís porque me estás llevando a que dé las pruebas de tus mentiras".
La discusión elevó el tono, al punto que María del Mar Cuello Molar rompió en llanto y clamó piedad a una May Alexander implacable, que rechazó con vehemencia la culpa: "Vos abandonaste a Matías, te fuiste a Carlos Paz a distraerte y te encontraron en una foto con otro tipo. ¿También tengo la culpa de eso? Fijate bien lo que decís porque me estás llevando a que dé las pruebas de tus mentiras".