En unos días se cumplirán cinco meses desde que se determinó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, situación que desde un principio hizo foco en el cuidado de contagios de los adultos mayores, considerados población de riesgo. Y como parte de ese grupo, Fanny Mandelbaum (82), expresó cómo atraviesa este panorama que transformó su rutina.
“Cuando me dijeron que tenía que pedir permiso para sacar a pasear al perro me dio un ataque de histeria. Menos mal que se cambió”, dijo en Jubilados TV, programa que emite A24, donde habló de estos tiempos angustiantes.
A pesar de que la periodista se mantiene súper activa, ya que sigue al frente de su programa de radio y contó que está conectada con su entorno a través de “20 grupos de WhatsApp” y que “aprendió lo que era Netflix”, hay algo que le pesa, y mucho. “Necesito estar en contacto con la gente y sentirme útil, no soy una cosa. Hace cuatro meses que me siento un vegetal”, aseguró.
“Necesito estar en contacto con la gente y sentirme útil, no soy una cosa. Hace cuatro meses que me siento un vegetal”.
Fanny, que hace un mes se fracturó la cadera, contó que vive con su empleada que hace 15 años la acompaña: insistió en que no está sola, ya que tiene amigas en el edificio y que hace vida social "desde el palier".
También se mostró muy crítica sobre las restricciones que pesan sobre las personas de su edad y sobre considerar que, pasados los 60, haya mayores peligros cuando hoy “la longevidad cambió”.
“Hay mujeres y hombres de 60 que se encuentran en la plenitud. Ahora una persona de 90 es una persona lúcida, que sigue trabajando. Hay varios ejemplos. No es una franja etaria que es peligrosa. Peligroso es aquel que tiene muchas enfermedades previas: el que tiene sobrepeso, que tuvo cáncer, el que tiene diabetes, enfermedades cardíacas y demás”, aseguró.
"Ahora una persona de 90, es una persona lúcida, que sigue trabajando. Hay varios ejemplos. No es una franja etaria que es peligrosa".
En esta línea, se quejó del encierro al que deben someterse quienes, como ella, nunca fumaron ni tienen enfermedades preexistentes, que estuvieron activos hasta hace cuatro meses y que son conscientes de que cuidarse es “cuidar a nuestros seres queridos y a los que nos rodean”. “No podemos estar encerrados”, señaló.
Asimismo habló de lo que, en su opinión, es la cuarentena: “Es enseñarle a la gente a cuidarse, algo que se tiene que hacer bien. Significa ir a los geriátricos y ver si las personas que trabajan ahí, trabajan en tres o cuatro lugares diferentes. Es ir a los barrios vulnerables y ver qué pasa".
Finalmente, Mandelbaum aseguró que no tiene dudas de que, cuando se termine el aislamiento, se seguirá cuidando. “Yo recién salí hace dos días después de mi operación, fui al supermercado. Veo a las chicas, que están ocho horas sentadas ahí. Díganme si el riesgo que corro yo no es el mismo que corren ellas”, indicó por último.