Diego Maradona y Verónica Ojeda se conocieron en un casamiento en 2005 de unos amigos en común, nada menos que en Villa Fiorito, y desde ese día mantuvieron una relación de catorce años, entre idas y vueltas.
Baile va, charla viene, en aquella boda en la que ambos eran invitados, el flechazo fue inmediato. Al poco tiempo de conocerse él ya estaba en la mesa familiar de los Ojeda.
Ojeda es considerada para muchos uno de los grandes amores de Diego, quien hoy cumpliría 61 años.
Diego y Verónica se conocieron en un casamiento en Villa Fiorito.
Verónica mantuvo un perfil bajo durante algunos años y esto hizo que el Diez, para sorpresa de todos, también adoptara la misma actitud.
Pero llegó el Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010, y todo cambió. Hacía rato que Diego era el DT de la selección argentina y Verónica se mostró más durante ese tiempo, aunque mantuvo su postura de no llamar la atención demasiado.
VERÓNICA OJEDA FUE UNA DE LAS MUJERES MÁS IMPORTANTES EN LA VIDA DE MARADONA
Durante su relación, el astro tuvo varias recaídas e internaciones. Excesos, cólicos renales, afecciones cardiacas y pulmonares. Ojeda siempre estuvo a su lado.
Por eso, y por mucho más, es considerada como una de las mujeres más importantes de la vida de Diego Armando Maradona, después de Claudia Villafañe. Aunque este "título" le iba a traer aparejados varios problemas con Dalma y Gianinna, las hijas del Diez.
Verónica, fiel compañera durante ocho años.
En 2009, Ojeda perdió un embarazo. Diego, que estaba de viaje, volvió para estar al lado de su mujer. Recién tres años después, llegaría la noticia que ella estaba esperando: Verónica estaba embarazada de Dieguito Fernando.
Pero esta vez, a Maradona no le caería bien el embarazo. "A Diego no le gustó cuando le dije que estaba embarazada. Se fue a Dubai enojado. No estaba alegre. Me abandonó y se fue", dijo recién un año después Ojeda.
MARADONA Y VERÓNICA OJEDA, PADRES DE DIEGUITO FERNANDO
Hasta ese momento las únicas hijas reconocidas eran Dalma y Gianinna, las dos herederas de su relación con Claudia Villafañe, ya que todavia no se había corroborado la paternidad sobre Diego Jr y Jana aun no había aparecido.
Hasta ese momento las únicas hijas reconocidas eran Dalma y Gianinna, las dos herederas de su relación con Claudia Villafañe.
El 13 de febrero del 2013 llegó a este mundo Dieguito Fernando. Ya separado de su mamá, el ex jugador conoció al pequeño acompañado por Rocío Oliva (su pareja por entonces), a sus tres meses de edad.
En un paréntesis entre Oliva y Maradona, en el 2014 el astro tuvo un fugaz encuentro con Ojeda en el cual volvió a quedar embarazada, pero a las 14 semanas perdió a su bebé.
El 10 no estuvo tan presente en los primeros años de vida de Dieguito Fernando. La relación con Rocío, los viajes constantes, su trabajo como entrenador de fútbol no permitieron que el DT acompañe a su hijo más pequeño.
"A mi hijo no me lo sacan de al lado mío ni con la orden de (el juez Norberto) Oyarbide. No hay nadie que se interponga"
Verónica, Dieguito Fernando y Diego. Foto: Redes sociales Maradona.
LA RELACIÓN DE VERÓNICA OJEDA CON LOS HIJOS DE DIEGO MARADONA
En 2016 Verónica Ojeda se acercó a Diego Jr, hijo que aún no había reconocido. El joven se había mostrado acompañando a Verónica y su pequeño hermanito durante su estadía en Argentina.
En ese entonces también se había acercado Gianinna, quien reconocia a Dieguito como su hermano. Alguien que estuvo muy presente hasta sus ultimos días fue Don Diego. Asistía a los cumpleaños del pequeño y lo visitaba seguido, cosa que su propio padre no hacía.
Luego de terminar su relación con Oliva, Maradona volvió para las fiestas a Buenos Aires, y durante esos días se reencontró con su hijo luego de varios meses sin verse.
EL INTENTO DE RECONCILIACIÓN DE MARADONA Y VERÓNICA OJEDA
En 2019, en una nota para Intrusos, al ser consultado sobre las visitas a su hijo fue contundente: "Cuando tenga vacaciones o cuando la terapeuta me diga que Dieguito preguntó por el padre, hablo por teléfono y le digo que se tome el primer avión. A mi hijo no me lo sacan de al lado mío ni con la orden de (el juez Norberto) Oyarbide", dijo.
Y agregó: "No hay nadie que se interponga. Pero eso no quiere decir que dentro de un mes y medio él diga que quiere ver al padre. ¿Vos te creés que algún piojo resucitado me va a poder frenar a que yo me lleve a Verónica, a mi hijo y a la fisioterapeuta a México?".
"¿Vos te creés que algún piojo resucitado me va a poder frenar a que yo me lleve a Verónica, a mi hijo y a la fisioterapeuta a México?"
Ese mismo año Ojeda y el pequeño se instalaron en México, donde Maradona era el entrenador de Dorados, pero volvieron abruptamente a la Argentina. La idea del viaje era continuar con el tratamiento que necesitaba el niño pero mucho se especuló con la relación de sus papás. Los rumores indicaban que ella y su hijo habían sufrido violencia por parte del Diez.
Pese a que en los últimos años la relación con Verónica fue muy dura y con muchos vaivenes, todo se recompuso cuando Maradona estuvo mal de salud en 2020 y tuvo que ser intervenido de urgencia cuando le detectaron un hematoma subdural crónico en la cabeza. Por él y por Dieguito lo mejor fue calmar las aguas y hacer una tregua, que duraría hasta la partida del diez.