Además de disfrutar de lindas charla, risas, buena comida y momentos de complicidad, en Divina Comida también hay espacio para compartir fuertes historias de vida y descargar con sus compañeros sus emociones.
En esta oportunidad, Boy Olmi recibió a Denise Dumas, Grego Rossello, Floppy Tesouro y Coco Sily. Y en el último encuentro de la semana, todos intercambiaron obsequios (en episodios anteriores habían sacado un papel con el nombre de un compañero, sin revelar de quién se trataba, a quien debían darle un regalo).
"Después de que murió mi hermana (Janine, quien falleció 32 años atrás), nos cambió mucho la vida y me regalaron un caballo que fue el que murió conmigo. Veintitrés años de mi vida viví con él".
A tu turno, el actor se dirigió a la conductora de Hay que ver: "Observé lo que pasa en las casas, y en el sorteo me tocó mi querida compañera Denise. Con lo cual, rememorando algo que creo que tiene que ver con tu infancia, tu pasado y tu vida, encontré esto que me pareció oportuno. Yo sé que los querés mucho", expresó el anfitrión.
Al romper el papel de regalo y ver de lo que se trataba, Denise abrió su corazón: "Ay, no, me vas a matar. Yo me muero. Es un libro de caballos, yo amo a los caballos. Después de que murió mi hermana (Janine, quien falleció 32 años atrás), nos cambió mucho la vida y me regalaron un caballo que fue el que murió conmigo. Veintitrés años de mi vida viví con él. El deporte, la equitación, me salvó. Y me salvó él, que era como un perro, pero también era compañero de competencias. Amo con locura los caballos. Gracias".
"El deporte, la equitación, me salvó. Y me salvó él, que era como un perro, pero también era compañero de competencias. Amo con locura los caballos".
En una entrevista con Clarín en 2014, Denise había confesado el gran dolor que fue la muerte de su hermana, 8 años mayor a ella, a una temprana edad, y cómo de esa triste experiencia dolorosa surgió su vocación: "Cuando yo tenía 11 años murió mi hermana, y ese golpe marcó a toda la familia para siempre. A partir de ahí ya no importaba qué carrera iba a seguir, sino la posibilidad de emprender algo que nos hiciera felices. Yo sentía eso de parte de mis padres. Entonces, terminando la secundaria, empecé a estudiar teatro y a trabajar de moza en un bar".