En la historia de Gilda, la ídola popular que falleció en un trágico accidente hace 26 años al comienzo de su ascendente carrera se convirtió en un fenómeno más allá de la música, hay un niño. Se llama Chio, hoy tiene 34 años y con solo 8 años fue testigo de la muerte de su madre, como de su hermana y su abuela.
Al igual que su mamá, justo en el Día de la Madre, heredó el amor por la música y en su primera aparición pública se presentó en La peña de Morfi por su lanzamiento como cantante. Sensibilizado, contó el significado que tiene hoy Gilda en su vida y cómo lo marcó.
“Tengo 34 años bien vividos, considero yo, y estoy en un momento muy hermoso de mi vida porque pude atravesar mucho y hoy estoy acá. Que quede claro que yo hoy estoy acá por mí. Lo hago por mí. Es reconocerme, reencontrarme conmigo”, se sinceró, en una charla íntima con Jey Mammon.
"Yo tuve que salir adelante cerrando puertas y persianas. Ahí dejé encerrado a este nene. En su momento me arrastraba al dolor por todo lo que se vivió y por lo que perdí en el camino".
CHIO, EL HIJO DE GILDA PRESENTÓ SU MÚSICA Y HABLÓ DEL LEGADO DE SU MADRE
Chio, cuyo verdadero nombre es Fabricio Cagnin, relató con profundas palabras cómo fue su vida tras ser atravesado por la tragedia. “Perdí ese nene, que fue testigo de ese momento tan duro, quedó en el olvido”, contó.
“Yo tuve que salir adelante cerrando puertas y persianas. Ahí dejé encerrado a este nene y dejé encerrado también el reconocerme como ‘hijo de…’”, se sinceró.
“Gilda creció, se magnificó. Hoy, gracias a la gente es un ícono popular muy respetado por muchos músicos, no importa el género. Eso me genera orgullo, pero eso en su momento me arrastraba al dolor por todo lo que se vivió y por lo que perdí en el camino”, aseguró.