Los padres saben que cuando llegan las vacaciones de invierno se plantea el interrogante: ¿Cómo entretener a los chicos sin recurrir a las pantallas? Las ofertas culturales en Buenos Aires son variadas, para todos los bolsillos y muy buenas, pero si hay que apostar el circo es ganancia pura.
Es que, con shows de magia, ilusionismo, acrobacia, música, danza, humor y desafíos mortales, es imposible que una persona no se sienta atrapada por la mística que se respira en las carpas gigantes impregnadas de olor a pochoclo. Aromas y emociones indelebles de cualquier infancia.
Con la presencia estelar de Gladys Florimonte, el Rodas cuenta con más de 50 artistas sobre el escenario (¡o volando!) tiene una propuesta integral que atrapa a grandes y chicos por igual. Por eso mismo, Susana Giménez y Marcelo Tinelli fueron algunos de los famosos que se deleitaron como niños.
Y a juzgar por la opinión y las reacciones de los nenes, el Circo del Mundo la minúscula esfera mortal donde seis motociclistas hacen giros completos al mismo tiempo, perfectamente sincronizados, se lleva todas las ovaciones, suspiros y rezos. Y no es para menos, ya que se juegan la vida literalmente allí.
De todas formas, las bromas del payaso Cachipuchi, la estremecedora coreografía de Malevo, las proezas de telas dobles en adagio, los contorsionistas, equilibristas y demás talentos se llevan sus merecidos aplausos y halagos.
A pesar de sus tres funciones diarias, la sala suele estar colmada por lo que es fundamental llegar temprano a General Paz y Crovara (La Tablada) para hacer la fila y asegurarse una buena ubicación que garantice una experiencia completa.