Humorista exquisita que se especializó en desencadenar carcajadas en el ámbito del under, Charo López (41) formó una dupla magistral con Leonardo Sbaraglia en Hoy se Arregla el Mundo, la nueva película de Ariel Winograd.
"Yani sobreestima su título llamándose coach educacional, pero en realidad es maestra particular de Benito (interpretado por Benjamín Otero), que tiene 9 años y lo ayuda con las tareas del colegio. A la vez, es la mejor amiga de su mamá (N del R: Natalia Oreiro, cuyo personaje fallece y desata el nudo de la trama, que consiste en la necesidad del niño de conocer su verdadera identidad). Es una especie de tía multifunción que está con Beni, que a su vez está en búsqueda de su papá biológico", explica Charo en una entrevista con Ciudad.
-¿Cómo fue la experiencia de rodar con Leo Sbaraglia y Benjamín Otero?
-Tuvimos mucho lío en la grabación porque el chico se llama Benjamín en la vida real, y su personaje es Benito. Hubo muchos cortes durante el rodaje porque nos confundíamos mucho todos Benjamín con Benito porque son muy parecidos. Todas mis escenas fueron con Leo, o con Leo y Benja.
"Hubo muchos cortes durante el rodaje porque nos confundíamos mucho todos Benjamín con Benito porque son muy parecidos. Todas mis escenas fueron con Leo, o con Leo y Benja".
-Se nota que lograste conectar con el chico.
-Sí. Fue muy bueno, porque empaticé mucho con él, jugamos, nos hicimos amigos. Algunos días del rodaje también estaba mi hija, que es más chica. Estábamos en una situación bastante lúdica con los niños, jugando y empatizando desde ese lado. Tratando de que la jornada de trabajo sea liviana para todos.
-¿Cómo fue la experiencia de rodar la película en pleno brote de covid en China y Europa?
-Rodamos entre enero y febrero de 2020. Me acuerdo que justo en el rodaje hablábamos del coronavirus por casos de España, pero lo veíamos como algo lejano. Incluso tomábamos mate. No nos esperábamos nada de lo que pasó porque estábamos en una nube. Todavía no se sabía si era un fake news, o qué estaba pasando.
-O sea que si vemos ahora a Benjamín va a estar irreconocible comparado con la película, si ya hasta terminó la primaria…
-Sí, ja, ja. ¡Debe estar enorme!
-¿Cómo te llegó la convocatoria para la película?
-La propuesta me cayó por un mensaje privado de Instagram de la persona que hizo el casting. Yo no sabía ni de qué se trataba. Me escribió y me preguntó si me interesaba hacer un casting para una película. Entonces, me pasaron la escena, fui y la hice. Pero al principio no sabía mucho de qué se trataba. Mejor así. Hice miles de castings y después me fui enterando de a poco, me preguntaron si me intersaba, leí el guión entero y me re interesaba. Me parecía que estaba buenísimo. Me fui enterando re de a poco cómo era la cosa. Y no tuve tiempo de tener miedo.
-¿Pensás que esta producción mainstream va a ser el trampolín para que abandones un poco tu perfil de trabajar en el under?
-Ni idea. Yo estoy seteada en una forma de trabajo muy desde la autogestión, y a la vez, disfruto cuando salen cosas que no son autogestionadas. Es un alivio no tener que producir todo. De hecho, también trabajo para Spotify, que es una empresa que no es para nada under. La realidad es que trato de no juzgar mucho los trabajos por si son del mainstream o del under.
"Yo estoy seteada en una forma de trabajo muy desde la autogestión, y a la vez, disfruto cuando salen cosas que no son autogestionadas. Es un alivio no tener que producir todo".
-Aunque sabés que esto puede ser un despegue de tu carrera artística.
-Yo me enfoco en si los proyectos me gustan, si me hacen reír, si lo que se dicen está bueno. Tener el lujo de poder elegir es algo re lindo que me gustaría poder mantener. Me interesa un montón tener conexión con la gente. Si digo algo diferente estaría mintiendo. Soy comediante y necesito que alguien se ría del chiste que hago.
-¿Tenés otros proyectos vigentes para que la gente que te descubra pueda sumergirse en tu arte?
-Estoy grabando Un mundo maravilloso el podcast diario en Spotify que hago junto a Martín Garabal, Adrián Lakerman y Alexis Moyano, eso me lleva tiempo. Y en marzo empezamos a rodar una serie para Netflix con Santiago Korovsky. Ahí tengo un personaje, parte del proyecto a futuro que tengo en la cabeza y lo estamos armando.
-¿Cómo te definirías a nivel profesional?
-Yo soy una comediante nata. Es lo que me gusta. Después, actúo en la comedia, o canto desde la comedia también, porque mi banda hace música desde el humor. Son chistes o al menos intentamos generar climas absurdos, cercanos a la comedia. Soy una comediante medio sinvergüenza. Hace 20 años que vengo tomando las diferentes herramientas que hay para comunica. No tengo muchos problemas para definirme, soy una comediante sinvergüenza.
-En las redes sociales te mostrás bastante con Elvira (5), tu hija. ¿Te gustaría hacer comedia con ella de forma sostenida en Instagram?
-En la intimidad Elvira es una persona graciosa. El humor está en mi casa, ella chistes, hace diferentes voces desde que es re chiquitita. Ella a mí me flashea y para mí es glorioso cuando la puedo hacer reír a ella, me encanta. Pero nunca me planteé hacer chistes con ella y exponerla desde ese lado. Nunca fue un planteo ni surgió, y no creo que surja. Me parece que es algo muy de nuestra intimidad y me gusta que sea así.