El musical "Casi normales", de Brian Yorkey, con Laura Conforte, Martín Ruiz, Fernando Dente, Manuela del Campo, Mariano Chiesa y Franco Massini, dirigido por Luis Romero, reconfirmó anoche su alianza con el público que colmó el Astral mostrándose como una tribu capaz de extender la ovación de pie y transformarla en baile compartido en la función inaugural de la séptima temporada.
La celebrada versión local se estrenó en 2012 y realizó más de 630 funciones y tres de los integrantes del primer elenco: Dente, Chiesa y Conforte continúan en la troupe para narrar la historia de una familia atravesada por la enfermedad mental de la madre, con orígenes en una herida tan silenciada como presente en su vida y en la de sus seres queridos.
De todos modos, "Casi normales" es casi un ritual de pertenencia a una cofradía con fuerte actividad en las redes sociales (alrededor de 4 millones de interacciones) impulsada por la tarea del publicista Pablo del Campo, que transforma la función en "experiencia". "La vi pocas veces, 14, cifra baja para esta puesta", dijo ayer a Télam Mónica Berman, licenciada en letras docente en la Facultad de Ciencias de la Comunciación (UBA) donde "me enteré que una alumna está haciendo un trabajo de investigación sobre los fans argentinos".
El elenco nacional hace cuatro años deslumbró al Lincoln Center durante un show junto a la nómina original estadounidense, donde trabaja la actriz Jennifer Damiano y más de 11 funciones realizadas aquí y en Nueva York dan cuenta del hechizo.
En Madrid acaba de estrenarse una versión también con dirección de Romero y el elenco actual argentino estuvo allí la noche del debut para compartir aplausos y ya comenzó su camino de sala llena e impacto en la crítica. De todos modos, los espectadores son parte vital de la puesta: conforman una congregación, un universo particular y atento a los mínimos cambios de cada una de las versiones.
A diferencia de otros devotos de ciertos espectáculos anoche disfrutaron de la función desde un silencio conmovido, apenas subrayado por los aplausos en determinadas escenas, como si reservaran la energía para el estallido final.
Jóvenes con la leyenda "Casi normales" o "Soy real" (nombre de un tema emblemático del show) tatuados sobre su piel, gente que susurra el texto como si fuera un mantra durante la función y una chica que muestra orgullosa su colección de programas de las distintas versiones son algunos de los asistentes, y muchos de ellos viajaron desde distintos puntos del país. "Venimos desde Lobos y aunque la vimos siete veces, no podíamos fallarles. Hoy dormimos en casa de una prima y nos volvemos mañana, pero vale la pena: Esta obra habla de lo que nos pasa, pero de una forma que se te mete adentro", afirmó Paola, mamá de Sofía de 17 años, tan fan como su hija.
El recorrido de la puesta con música de Tom Kitt, que nació en el off Broadway en 2008 ya tiene un premio Pulitzer y tres distinciones Tony a nivel internacional, mientras que en el país fue celebrada por la crítica y cosechó ocho Premios Hugo, incluido el de Oro.
"La trama presenta distintas capas que permiten descubrir nuevos aspectos, resignificarlos y hacer nuevas lecturas cada vez, sumado a que desde la puestaproponen novedades en materia de música y luces, sin olvidar la música en vivo y el exquisito trabajo realizado por Marcelo Kotliar sobre las letras", precisa Berman, quien destaca el mérito de un éxito construido a puro talento ya que al momento del estreno los actores no eran figuras conocidas.
"Son mi familia, son locos y normales como mis amigos y yo", concluye Juan, estudiante de 22 años, apurado por pescar su colectivo que lo lleve de regreso a su casa en la localidad bonaerense de Moreno.
"Casi normales" realiza funciones miércoles, jueves, viernes y domingos a las 21; sábados, a las 21.30 en el Astral, Corrientes 1639.
Fuente: Télam