A dos meses y medio de su salida de MasterChef Celebrity y con la primera edición habiendo llegado a su final, Boy Olmi reflexionó sobre su participación en el concurso gastronómico. Y, pese a su diplomacia y camaradería, confesó que vivió momentos de extrema incomodidad.
"¿Qué significó para vos MasterChef? ¿Lo disfrutaste o fue complejo?", le preguntó el periodista Juan Etchegoyen al actor, en un vivo de Instagram para Mitre.
Sin eludir la consulta, Boy contestó sin vueltas: "Todo junto. Lo disfruté mucho el programa porque hay un aspecto esencial de todo eso que tiene que ver con la cocina y con el juego. Me encanta cocinar, el vínculo con la gente y las personas con la que nos vinculamos ahí. Se armó un grupo muy divertido".
"Es una carrera frenética que genera mucha adrenalina, miedo, presión, mucho atolondre y a veces mucha incomodidad. No todo el mundo lo banca igual".
Luego puntualizó en las situaciones menos felices: "La parte difícil del trabajo fue la vinculación con lo emocional. Aparecen emociones difíciles de soportar, como la presión. Ahí me di cuenta de que yo no tenía el mismo aguante. MasterChef usa a la cocina, pero no es un programa solo de eso. También están las emociones de los participantes. Y el público, que disfruta viéndolo".
Sobre las exigencias y los desafíos a contrarreloj, Boy Olmi agregó: "Es una carrera frenética que genera mucha adrenalina, miedo, presión, mucho atolondre y a veces mucha incomodidad. No todo el mundo lo banca igual. Había momentos que decía ´no me gusta correr tanto’".