Después de ser expulsada de Gran Hermano 2016 por escaparse de la casa, Azul visitó Intrusos y emocionó a todos con su difícil historia de vida. Especialmente, a Marcela Tauro, quien no logró contener las lágrimas al escuchar las palabras de la cantante.
“Nadie me regaló nada en la vida. Sé que hay mucha gente mucho mejor que yo. A mí lo que más me importa es llenar mi corazón de amor y tener amor para regalarle a la gente, que se sienta feliz y bien cuando me escuche. Si hay alguien enfermo, que se sane, me encantaría que puedan ocurrir milagros cuando suene mi música”, dijo muy emocionada Azul.
Tauro le dijo a Azul: "A mí me gustaba que estuvieras en la casa porque tenés unos valores que muchos perdemos y tenemos que retomar".
Tauro no dudó en elogiarla públicamente: “A mí me gustaba que estuvieras en la casa porque tenés unos valores que muchos perdemos y tenemos que retomar. Era bueno tener una persona así, que la está peleando, que no tuvo una vida fácil y que, sin embargo, tiene en claro que no va a tomar el camino desviado y va a seguir sus sueños”.
Sobre el final de la nota, Azul le agradeció a Morena, hija de Jorge Rial, y a otra chica dos rosarios que le regalaron y volvió a conmover: “Siento que Dios me estuvo acompañando estos días, son los regalos más lindos que me dieron en la casa. Además de que la cama donde dormía era mucho más bonita que la que tengo en mi casa. Yo duermo en una cama cucheta y tengo que entrar por la cocinita porque está llena de ositos y ya no entro. La cama de la casa era re cómoda y me atendieron tan bien, que la pasé muy lindo. Cuando me despedí de los chicos, les dije ‘esto fue lo más lindo que me pasó en la vida’”. Antes de despedirla, el conductor pidió un fuerte aplauso para la invitada y las cámaras enfocaron nuevamente a Tauro, emocionadísima.