La aparición de una filmación en la que Bernardo Bertolucci confesaba que junto a Marlon Brando habían abusado de María Schneider para lograr una de las escenas más famosas del clásico El último tango en París despertó rechazo a uno de los directores más reconocidos del mundo.
Ahora, la actriz argentina Antonella Costa, reconocida por sus papeles en Garage olimpo y Diarios de motocicleta, haciéndose eco de las reacciones de repudio que recibió el italiano hizo público a través de su cuenta de Facebook los abusos que vivió en su carrera.
"A los extras que aprovecharon una toma para manosearme entera. Al actor, que le sugirió a la directora meterme 'bien la mano' en mi sexo sin consultarme antes".
"Dedicado a la vestuarista que dejó tiradas fotos de mi cuerpo desnudo que, siendo una adolescente, me saqué por motus propio por pedido y para uso exclusivo del director y la directora de arte. A los colegas que las encontraron y, en vez de avisarme o destruirlas las usaron para burlarse de mí. Al director que a mis 21 años puso en la casetera del motorhome el VHS del crudo de la escena en la que me bañaba, para que lo vieran todos. A los extras que aprovecharon una toma para manosearme entera. Al asistente de dirección, que me pidió que no dijera nada porque necesitábamos seguir filmando. Al actor, que le sugirió a la directora meterme 'bien la mano' en mi sexo sin consultarme antes, y que me humilló delante del equipo técnico por haberme negado a acostarme con él, y a tantos otros a los que me enfrenté, negándome simplemente a hacer lo que no quería hacer, y que no era parte del pacto ni del proceso creativo. Sepan que por cada uno que hizo o avaló alguna de estas actitudes cobardes y perversas, hubo muchísima gente que no lo hizo, que me escuchó, me ayudó y sostuvo mi postura digna evitando, muchas veces, males mayores. Esos se convirtieron en mis amigos, y hasta uno de ellos es el padre de mi hijo. Esas son las personas con las que decido compartir mi vida y mi intimidad. A ellos les agradezco y los abrazo una vez más. Por suerte, son la inmensa mayoría".
Sus dichos tuvieron tal repercusión que, días más tarde, compartió el siguiente texto: