En marzo de 1988, el público perdió a uno de sus cómicos más entrañables y Sabrina Olmedo, con tan sólo 18 años, perdía a su gran referente: su papá. Heredera no sólo del apellido, sino también del sentido del humor y la calidez del gran Alberto Olmedo, la actriz decidió homenajearlo en su unipersonal, El sueño americano… ¡de acá!, que se estará presentando el domingo 16 de octubre en el Teatro Chacarerean.
Luego de vivir durante once años en Miami, Sabrina regresó a la Argentina para instalarse definitivamente en el país, y su carta de presentación es este unipersonal, donde cuenta sus anécdotas más divertidas alrededor del mundo y sí, también se ríe del título de “hija de…”.
"Siempre lo llevé con mucho orgullo el título de 'hija de'. Pero en algún momento, me pesaba porque si bien te abre puertas, la gente a su vez te juzga".
-¿Alguna vez renegaste de ese título?
-No, siempre lo llevé con mucho orgullo. Pero en algún momento, como yo me también me dedico a la actuación, pesaba porque si bien te abre puertas, la gente a su vez te juzga. Por ahí piensan 'ésta como es la hija de quiere hacer esto'. Entonces, te pesa. A veces, bromeo con que me fui por eso, pero es un chiste. Si bien es cierto que no usaban mi nombre antes, era simplemente “la hija de”, hoy me río de eso y lo tomo con mucho humor. Como digo en la obra, volví para rescatar mi título, que en realidad me pertenece y nunca lo dejé. Yo me libero mucho de mis dramas o de lo que sea, porque lo traspaso al humor.
-¿Tu viejo llegó a conocer tu pasión por la actuación?
-No, él no llegó a verme actuar. Pero creo que me ve igual, desde donde esté. En ese momento, yo estaba estudiando porque siempre me dijeron que tenía que ir a la universidad. No dejaba ver ni quería escucharme que me gustaba la actuación, estaba negada. Soy Licenciada en publicidad y cuando me vi trabajando en una oficina, me di cuenta que eso no era para mí, largué todo y me dediqué a la actuación a full.
"Soy Licenciada en publicidad y cuando me vi trabajando en una oficina, me di cuenta que eso no era para mí, largué todo y me dediqué a la actuación a full".
-¿Pensás que a él le gustaría que vos te dediques a lo mismo?
-Sí, porque lo hago con respeto, no lo hago para “robar”. El vería que le pongo pasión y por eso estaría orgulloso de mí. Agarré el camino más largo pero creo que es el que me va a dar más cimientos para una carrera larga. Ahora quiero quedarme en Argentina, especialmente por mi hijo Thiago, de tres años y medio. Quiero que tenga sus raíces acá.
-¿Tu hijo conoce quién es su abuelo?
-Sí, sabe perfectamente quién es. Cada vez que haciendo zapping vemos las repeticiones de sus programas, me dice: “Pará, ahí está el abu Alberto. Un día había nubes en el cielo y me dice: “Esas son las nubes que nos manda el abu Alberto”. Esas cosas me matan…
"Mi papá nunca tuvo fama de aburrido. Gasalla no puede decir algo de alguien que no puede salir a defenderse".
-Días atrás, en Este es el show, Antonio Gasalla dijo que tu papá en cámara era maravilloso, pero cuando se lo veía en un restaurante, era un “aburrimiento”. ¿Qué pensás de esa afirmación?
-No sé por qué lo agarró justo a él, porque mi papá nunca tuvo fama de aburrido. Además de ser muy buena persona, era muy amable con todo el mundo. Había veces que estaba cansadísimo de tanto trabajo que tenía, pero nunca en la vida fue aburrido. Menos, que fue lo peor que dijo, en una reunión con amigos. Podría haber dicho otras cosas, pero lo primero que dije fue que evidentemente no lo conocía. Y tampoco puede decir algo de alguien que no puede salir a defenderse.
-¿Por qué te parece importante salir a aclararlo?
-Porque si no queda ahí y la gente se queda con esa idea. A lo mejor él proyecta lo que le pasará a él. Tal vez él es un tipo aburrido, pero lo proyectó en otro. Yo tampoco lo conozco a Gasalla, entonces no te puedo decir si es aburrido o no.
-¿Cómo lo definirías vos a Alberto?
-Era un tipo muy divertido, y mucho más cuando estaba relajado, comiendo. Siempre escuchaba las anécdotas de los demás y contaba las suyas, podía llegar a ser serio cuando estaba cansado, pero sin dejar de ser amable. No sé si hay muchos artistas que hagan teatro, cine y televisión al mismo tiempo. Pero no lo que dijo Gasalla, mi viejo nunca fue aburrido, creo que se equivocó feo.
-¿Ves algún humorista con el futuro de tu viejo?
-La verdad es que están desapareciendo los programas cómicos, entonces cuesta encontrar a alguien. A mí me gusta mucho Alfredo Casero, me encantaba su programa, y Diego Capusotto también me divierte. Sé que es un humor que a no todo el mundo le gusta, mi viejo era más popular, pero me gusta mucho. La gente necesita programas de humor, a mí me encantaría participar en uno. Sacando lo que dijo, Gasalla también tendría que tener su programa de televisión.