Fotos: gentileza diario Olé
Como ya lo hiciera en 2008, Luis Ventura aceptó el desafío y se puso orgulloso el buzo de director técnico de El Porvenir, pero esta vez con el carnet habilitante, ya que se recientemente se matriculó como entrenador oficial.
El periodista sinónimo de espectáculos, que supo ser jugador de Lanús e inició su carrera en los medios informando sobre deporte, habló con Ciudad.com sobre su nuevo ambicioso proyecto de volver al primer amor, luego del primer entrenamiento a cargo del equipo de la Primera C, que lucha por no descender a la D.
-Intrusos, Paparazzi, el diario Crónica, radio La Red de lunes a sábados... ¡¿Cómo vas a manejar los tiempos con tantos trabajos?!
-Yo tengo compromisos asumidos con anterioridad. Tengo un grupo de laburo donde tengo a Carlos Javier Netto, Roberto “Beto” Mouzo, el preparador físico Orlando Perazzo, y tres colaboradores más. Lo que hice fue sumarme para juntar energías y potenciar el plantel. Yo la mañana la tengo libre, el problema va a ser cuando juguemos los días lunes. Este lunes tuve que pedirle permiso a Jorge (Rial) para que me liberara, por lo menos para arrancar en el banco. Pero también está Netto.
"La motivación tiene que ser por el triunfo mismo. Pero si ganamos, voy a llevar a todo el plantel a cenar a El Corralón".
-¿Cuál fue tu mensaje al equipo?
-Hoy fue la primera práctica donde miré y ajusté donde creí que tenía que ajustar. Generé la arenga para decir que el que se quiera bajar, que se baje ahora porque este es un micro que para dentro de cuatro semanas, con el último partido. Sabemos que tenemos un primer partido que es realmente una cita con la muerte, con Talleres de Remedios de Escalada, un clásico de barrio. Creo que si El Porvenir gana ahí, se nos abre otro panorama, y ya queda de cara a la salvación del descenso. Yo encontré un plantel diezmado, en crisis.
-¿Cómo te recibieron los jugadores en el vestuario?
-A los pibes los conozco a todos. Si muchos de los pibes que estaban ahí los promoví en la época que estuve en 2008. El cuerpo de utileros y masajistas me vinieron a saludar como si volviera el hijo pródigo. Yo no volví al vestuario porque mi hijo no me dejaba.
-¿Te referís a Nahuel?
-Sí, el es defensor y juega en el club, y no quiere ser visto como "el hijo de". Además es fotógrafo y es profesional, cobra un sueldo en el club.
-Si bien está penando en Primera C, Porvenir militó muchos años en el Nacional B. Agarrás un equipo con historia en el Ascenso...
-Sí, es un gigante dormido para mí. Son cuatro finales. De los 12 puntos que restan, yo creo que sacando 6 estamos salvados. Esto, en el caso de que los demás ganen todos los partidos, estoy muy exigente. Yo hago el cálculo en función de las posibilidades del propio Porvenir, sin depender de ninguno.
"El sexo controlado no es contraproducente antes de jugar, lo voy a permitir".
-¿Cómo vas a plantear el clásico de local?
-Yo quiero un equipo agresivo. Voy a salir a buscar el partido, eso lo tengo claro. A mí me gustan el Tata Martino y Ricardo Caruso Lombardi, más allá de lo personal de Caruso, eh.
-Ya que mencionaste a Caruso, ¿cuál fue tu estrategia para motivar al equipo?
-La motivación tiene que ser por el triunfo mismo. Lo primero que les dije fue: "Muchachos, si nos vamos al descenso, nuestros nombres van a aparecer en rojo en la historia del fútbol de El Porvenir. Y seguramente los hinchas van a tener muy buena memoria. Así que sepamos que nos tenemos que salvar". Al final del entrenamiento les dije que los referentes tenían que tener voz y que los pibes no los quería tener callados.
-La noche anterior al partido, ¿permitís que los jugadores tengan sexo?
-Sí. Yo creo que la sexualidad es muy importante. Para eso hice el curso de técnico. Hice una materia que se llama Medicina aplicada al Deporte, que dice que el sexo controlado no es contraproducente antes de jugar. Ahora, si se van de joda, y vuelven a las 5, no...
-¿Los muchachos ya te preguntaron por alguna famosa?
-No. Está la joda implícita de decir que vamos todos a Cocodrilo, porque es el lugar emblemático de los futbolistas. Pero lo que les prometí es que si les ganamos a Talleres, los invito a todos a cenar a El Corralón.
"A los muchachos les dije que vengan bien peinados, que quiero que salgan lindos ante las cámaras".
-¿La hinchada cómo te recibió?
-Tuve una relación hace algunos años... Tuvimos idas y vueltas. Lo que trato de hacerles entender a los hinchas es que pegándoles a los jugadores, apretándolos o rompiéndoles los coches, no se resuelve nada. Que nos den este espacio de cuatro partidos y después sí hablamos en los términos que quieran hablar, pero que nos den esta licencia.
-Sabés que para el equipo es una presión extra, buena o mala, que vos estés sentado en el banco...
-Sí, va a haber cámaras, móviles y revistas. Así que bueno, bienvenido será. Soy periodista, no me voy a andar escondiendo. A los muchachos les dije que vengan bien peinados, que quiero que salgan lindos ante las cámaras.
-¿Y qué vas a hacer cuando termine el campeonato?
-Yo me comprometí a cuatro partidos, a matar o morir. Yo no hago proyectos que yo no pueda cumplir. Yo me arreglo con lo que tengo, con lo que hice en Paparazzi, Intrusos y en Crónica. Yo a mi gente la proyecto, confío en ellos y no necesito que me traigan jugadores de afuera. Si yo gano y me llega una propuesta, vamos a hablar. Creo que salvándose del descenso, ya se puede pensar en otra temporada.
"Si ganamos y me llega una propuesta, vamos a hablar. Creo que salvándose del descenso, ya se puede pensar en otra temporada".
-¿Pero te entusiasma la idea de seguir?
-Siempre digo lo mismo. Cuando empecé Intrusos, arranqué para ver qué pasaba. Cuando empecé Paparazzi, era una revista decían que era para pasar el verano. Y me quedé 11 años. En Intrusos hace 12 años que estoy. En Crónica un día pasé para hacer una colaboración y me quedé 37 años. Así que soy un tipo que donde me dejan, echo raíz.
Luis Ventura contará con un cuerpo técnico de lujo, integrado por Carlos Netto, ex jugador de River, San Lorenzo y Racing; y el Beto Mouzo, ex gloria de Boca. Por delante tienen las últimas tres fechas del torneo de Primera C y un encuentro pendiente de visitante frente a Midland. Y si -como confía ciegamente- se salva del descenso, la próxima temporada pretende pelear el ascenso a Primera B. Pero luchando por cuidar a su plantel de las botineras, que no tardarán en aparecer...