Eugenio y Sebastián "Culini" Weinbaum comparten su pasión. Son arriesgados, extremos, viajantes y, quizás lo más díficil, ¡conductores de televisión!
Los conociste en su ya famoso ciclo, MDQ, y este domingo 21 a las 21.15 hs. debutarán con una nueva propuesta: Hombre al agua bajo cero. El nuevo programa de El Trece, en el que cada semana 15 participantes desafiarán los juegos de un parque acuático para llegar a la gran final y obtener el premio de $15.000 en efectivo, los tiene entusiasmadísimos. Por eso, ambos charlaron con Ciudad.com y demostraron que su buena onda, simpatía, buena predisposición para el trabajo y locura (sí, también eso) no sólo se ve en pantalla.
Simpatiquísimos, respondieron a todo, contaron detalles de su vida y adelantaron cómo será su nuevo ciclo y también, lo que muchos de preguntan: ¿cuándo vuelve MDQ?
-Hombre al agua bajo cero arranca este domingo. ¿Cómo es hacer tele el día "de descanso" y cómo ven a la competencia?
Eugenio:-Los domingos está caliente la pantalla, Telefe puso El hombre de tu vida, una ficción muy buena con Francella, también está Minuto para ganar que le va muy bien. Pero nosotros somos bichos raros. Estamos muy conformes con el producto que se logró. Es un lujo para la Argentina, todos los países del mundo vienen a grabar acá para hacer sus ciclos de Hombre al agua. Dentro de los programas de entretenimiento es un lujo. Muy divertido. Ojalá funcione bien. Decir que no nos importa el rating sería mentir, pero el programa se grabó sin especular con el minuto a minuto.
Culini:-Nosotros nunca estuvimos muy pendientes del rating, aunque es parte del trabajo, lo hacemos igual para dos espectadores que para dos millones.
-¿Cómo es y dónde queda el escenario en el que graban el programa?
Eugenio:-El lugar es increíble. Lo cambiaron todo para nosotros. Queda en Benavídez. Está todo climatizado con temperaturas bajo cero y con juegos nuevos. Hace dos años hicimos Hombre al agua y la segunda temporada no la quisimos hacer porque nos pareció que era como contar un mismo chiste dos veces y nosotros no sabemos actuar o fingir algo cuando no nos parece gracioso o divertido. Ahora, en la que vendría a ser la tercera temporada nos vinieron a buscar y nos dieron la posibilidad de dar vuelta el parque. Adrián Suar nos dijo: "Emedequícen (sic) el programa".
"Decir que no nos importa el rating sería mentir, pero el programa se grabó sin especular con el minuto a minuto".
-¿Qué cosas de ustedes le agregaron a Hombre al agua bajo cero?
Culini:-Es un formato diferente a lo que se hace en otros países. A nosotros se nos ocurrió que venga la familia a acompañar a los participantes. Fue una idea nuestra que se empezó a aplicar en otros países.
Eugenio:-A raíz de eso, por ejemplo, uno de los participantes le propone matrimonio a la novia, en el programa. Todo se pone muy humano y eso nos gusta.
-¿Cómo ven el boom de los programas de entretenimiento, leáse Salven el millón, Minuto para ganar, Bariló a todo o nada y ahora Hombre al agua bajo cero?
Eugenio:-No lo había pensado de esa manera, pero es cierto. Está bueno entretenerse. Elegimos hacerlo para conducir y es un placer. Además está bueno porque en Hombre al agua puede participar cualquiera. Se anotan amas de casa, se anotó una travesti. Es para cualquiera pero no para cualquiera puede ganar. A lo mejor, para muchos, la única meta es completar la primera etapa. Y eso ya es ganar.
"Suar nos dijo: 'Emedequícen (sic) Hombre al agua bajo cero' y eso hicimos".
-¿Ya probaron los juegos ustedes?
-(Los dos) ¡Siii!
Culini:-Vale aclarar que no estamos entrenados pero igual los pudimos hacer. Igual a veces eso no tiene mucho que ver. Vienen patovicas que no pueden completarlos y a lo mejor viene un flaquito más ágil que lo supera mejor.
-¿En qué les cambia ser conductores e interactuar más con el público?
Eugenio:-Está divertido interactuar con el público. Al ver una persona que sale volando es como vivir esa situación, nosotros estamos acostumbrados y lo tratamos con naturalidad. Se han lastimado, es un parque extremo, pero todo es tomado con buena onda. Les preguntamos cómo están, como si fueran nuestros amigos.
Culini:-Fue muy natural el hecho del cambio en la conducción. Te sale naturalmente. Después por ahí hasta te reís de alguna caída. Somos muy nosotros mismos en el programa. A mamá no la llevamos porque iba a ser mucho quilombo, pero sí grabamos ya escenas para MDQ con ella.
-¿Cuándo vuelve MDQ?
Culini:-Estamos preparando todo. MDQ sale cuando logramos conseguir el material. Es un programa distinto. Calculamos que el año que viene va a estar como lo queremos sacar. Le tenemos respeto al público.
Eugenio:-Tenemos que estar convencidos que tenemos el 80% del programa hecho. Estuvimos por Centroamérica cruzando por unos cables a 800 m de altura, por ejemplo y preparamos muchas notas con el estilo que ya conocen.
"A veces nuestro laburo es raro. Una vez que viajamos nos tenemos que sacar el chip de la familia y una vez que volvemos nos tenemos que sacar el chip del viaje".
-Ya conocemos a Herminia, su mamá y a algunos de sus cinco hermanos. ¿Qué otros miembros tiene su familia?
Culini:-Yo estoy en pareja con Georgina y tenemos a Ulises, que tiene 2 años, es un divino. Dijo skate, bici, moto, todo y después arrancó diciendo mamá y papá.
Eugenio:-Yo tengo tres. El mayor tiene 12, se llama Simón, por mi abuelo, el del medio se llama Tomás y tiene 6 y el más chiquito se llama Milo, por mi papá. Los tres nacieron durante el ciclo MDQ y pasamos los partos y las cesáreas por TV. Por eso sentimos un vínculo grande con el programa, más allá del rating. Los míos, además, particularmente disfrutan mucho de la naturaleza con Andrea, mi mujer, que se ocupa mucho de ellos.
Culini:-A veces nuestro laburo es raro. No te voy a decir que es como el que embarca, porque quizás ese tipo se va seis meses. Pero una vez que viajamos nos tenemos que sacar el chip de la familia y una vez que volvemos nos tenemos que sacar el chip del viaje. Por suerte nuestros hijos son bastante fanáticos de lo que hacemos, nos comentan cosas. Y lo mejor de hacer MDQ es que nos enorgullece y podemos dejárselos ver a nuestros hijos. Eso es lo mejor. Estamos tranquilos que están frente al televisor viendo eso.