La noticia era sorprendente: se subastaría en Buenos Aires, más precisamente en la Primera Feria Internacional de Coleccionismo Cinematográfico, la primera película pornogáfica de la emblemática mega estrella de cine Marilyn Monroe. El precio estimado, claro, era altísimo: 500 mil dólares.
Pero, lamentablemente para Mikel Barsa (el organizador) la subasta no salió como esperaba y sólo se ofreció por el material inédito la suma de 280 mil dólares, propuesta por un coleccionista de Denver, Estados Unidos.
La película, de seis minutos, fue grabada cuando la diva tenía tan sólo 20 años y aún no había saltado a la fama. Al momento de la exhibición en el Centro Cultural Borges, el organizador de la subasta sólo mostró tres fotogramas del filme. La película no fue exhibida porque, según confió Barsa, "el original está en la caja fuerte" de su casa en España.
A raíz de este dato y de dar por finalizada la subasta sin llegar a la cifra de 500 mil dólares, se puso en duda la veracidad del film. Desde Estados Unidos, la empresa Authentic Brands Group, que explota los derechos de la actriz de Hollywood, aseguró que la mujer protagonista de la película triple X no es Marilyn y amenazó con demandar a Barsa por fraude.
El español se defendió y aseguró que el FBI comprobó que efectivamente es Monroe y que, además, se ven joyas que luego la estrella usó en otras películas. En la grabación, se puede ver supuestamente -según afirma su dueño- a la bella Marilyn haciendo el amor con un hombre. Imágenes que, por ahora, seguirán en la caja fuerte...