Esta vez no tuvo una carta de salvación en sus manos para escaparle a la placa, ni una Luz capaz de inmolarse y utilizar ese naipe para darle una semana más de estadía. Y con él entre los nominados, el público que no lo sigue pudo más que aquellos que lo bancaban y lo veían como un posible finalista: por eso Alejandro se convirtió en el decimotercer expulsado de Gran Hermano.
Sólo una vez había pasado por esta instancia el participante transexual. Fue en la quinta semana, y también compartió ese momento con tres compañeros. Pero aquella vez el público se inclinó por Christian Y. (49,95%) y Alejandro sólo había obtenido un 8,08%, el porcentaje más bajo de aquella votación. Claro, eran épocas de amistad con Cristian U...
La otra noticia que arrojó esta gala de expulsión es que por primera vez la gente no le hizo caso al gran candidato a ganar, quien había pedido vía Twitter que sacaran a Emiliano. Pero igualmente Urrizaga no lo tomó como una derrota, por supuesto.
La diferencia en la votación fue de un 8% entre Ale y el Cordobés, tal cual informó Jorge Rial antes de dar a conocer al nuevo eliminado. Una brecha que se fue acortando del viernes al domingo, pero que no alcanzó para revertir la tendencia inicial, tal cual lo anticipó -una vez más- Ciudad.com.
Como viene sucediendo en las últimas semanas, ni bien el conductor de GH dio el nombre del expulsado, los laderos de Cristian U. corrieron a la puerta del confesionario, para asegurarse una nueva fulminante. Esta vez fueron Pamela y Gisele quienes primerearon. Las opciones no eran muchas: Emiliano, Solange o Tamara. Y a juzgar por una charla que tuvieron las dos chicas con Cristian U. pasada la medianoche, la nominación directa podría haber ido nuevamente para el Cordobés (DirecTV cortó la transmisión 24 horas cuando hablaban del tema). Yo no sé mañana...