Las cosas cambiaron en la casa de Gran Hermano 2011. Los sentimientos quedaron de lado y los participantes están decididos a jugar. Los regresos de Emiliano, Gisele, Rocío y, sobre todo de Cristian U. son una espina difícil de digerir para los hermanitos.
Los participantes cambiaron sus estrategias de juego y Loreley fue la que tiró la primera bomba. “No saben las cosas que están ocurriendo en esta casa. Es genial, súper divertido, estamos todos como locos. Se viene una bomba, preparen sus celulares, lo que se va a ver el viernes es genial, la gran mayoría estamos unidos por una misma causa. Por supuesto que corremos riesgos, pero como a varios de nosotros ya lo único que nos importa es jugar y divertirnos, lo hacemos sin ningún tipo de problemas”, escribió en el confesionario virtual de Gran Hermano.
Los chicos están alterados. El afán por eliminar a Cristian U. de la casa les hizo perder la cabeza. Quieren cumplir su objetivo a cualquier precio. Gran Hermano 2011 está que arde.
Uno de los que mejor está leyendo el juego es Martín Pepa. El hermanito tomó protagonismo por los destrozos en el hogar televisado, pero después volvió al perfil bajo. “Me parece que va a haber muchos nominados este fin de semana. Creo que se están formando tres grupos dentro de la casa. Todavía no elegí ninguno porque estoy analizando si me conviene esperar a zafar con suerte (o caer por rebote de autonominados) o autonominarme y ver que sale. Todo va a depender mucho de la carta que saque. Estamos todos iguales me parece”.
Si al juego algo le faltaba para que estalle, era que una persona ajena a la casa dé información. Anoche Rocío contó que alguien de afuera le gritó que le habían hecho la fulminante. La hermanita pidió apoyo de sus fans y que no griten más porque rompen con el aislamiento. Shhhh.