Cada 8 de diciembre armamos el arbolito de Navidad. Sin dudas, es una tradición y en general es un gran pretexto para compartir un lindo momento familiar.
Sin embargo, pocos saben el significado que tienen los adornos, las luces y los regalos, tan típicos en esta festividad.
“El ritual del árbol es muy antiguo y tiene su origen en el Hemisferio Norte. La religión católica absorbía rituales paganos porque no podían romper con las tradiciones de venerar a la naturaleza”, explica Natalia Barrera.

Cada 21 de diciembre, en el solsticio de invierno, el sol se queda quieto por tres días y al tercero se mueve, resucita y vuelve al norte.
“Así es como surge el mito de Jesús, de la resurrección y de esa personificación como la luz del mundo. Para los paganos, el 21 de diciembre era el inicio del nuevo año y adjudicaban un significado a cada adorno”, continúa indica la creadora del método Alquimia Femenina.
Qué simboliza cada elemento decorativo navideño
- Las bolas doradas y plateadas - representan el dinero
- El color rojo en los adornos - aleja la envidia y la negatividad
- Los elementos largos y finos - simbolizan la apertura de caminos y la eliminación de trabas
- Los regalos debajo del árbol - atraen la estabilidad de dinero”.
Por eso, es importante visualizar cómo deseamos que sea nuestro próximo año y elegir a conciencia cada elemento que colocamos en nuestro árbol navideño.
Cuándo armar el arbolito de Navidad
Otro de los puntos a tener en cuenta es el momento del armado: “Lo ideal es hacerlo de día, con la luz del sol, aunque en lunas crecientes o llenas también es posible, porque este acto se relaciona con el crecimiento y los proyectos, poner una semilla y que crezca”.

No necesariamente tiene que hacerse el 8 de diciembre, como es la costumbre popular, sino que se puede comenzar su armado en noches de luna llena, a partir del 1 de noviembre.
Por otro lado, si bien en el Hemisferio Norte se suelen utilizar árboles naturales, no es lo que ocurre en esta parte del mundo.
“No importa si es de plástico o está plantado en nuestro jardín. Inclusive puede ser un dibujo. Porque el árbol es una simbología; lo que importa es lo que representa. Así que ¡a ser creativos!”, afirma Barrera.



