Alberto Cormillot, jefe del equipo médico de Cuestión de peso, vivió horas de tensión y preocupación tras sentir una extraña molestia en el pecho.
El médico contó desde su casa cómo fue el episodio que lo obligó a acudir de urgencia al Sanatorio Finocchieto, donde finalmente le colocaron un stent.
Todo ocurrió a las 5:20 de la mañana, cuando Cormillot estaba llegando a la radio y notó una sensación rara en el medio del pecho, que se extendía hacia la mandíbula y los oídos.

Por qué Alberto Cormillot fue internado de urgencia
“Era una molestia rara”, relató el doctor, que no dudó en ir directo al sanatorio por precaución.
En la guardia le realizaron un electrocardiograma y otros estudios.
Si bien los resultados no mostraron grandes alteraciones, los médicos decidieron avanzar con una angioplastía para revisar el estado de las arterias coronarias.
Alberto Cormillot: “Si no iba en ese momento, quizás me agarraba un infarto”

“Estaban todas muy bien, salvo una. Y era la que, si yo no iba en ese momento, se hubiera tapado”, explicó Cormillot en diálogo con Mario Massaccesi en Cuestión de Peso. El médico reconoció que la rápida reacción fue clave: “Quizás me hubiera agarrado un infarto si no actuaba a tiempo”.
Cormillot detalló que desde los 20 años convive con colesterol hereditario, un factor de riesgo que controla desde hace décadas.

“Tengo muchos kilómetros de rodaje, y entonces se van acumulando placas en las arterias. Esas placas, si uno hace todo bien, se estabilizan, eso quiere decir que se meten adentro de la pared y no joroban más”, explicó.
Adrián Cormillot explicó qué le pasó a su papá
Desde el piso, Adrián Cormillot —su hijo y colega— explicó cómo se produce la obstrucción: “Son placas de ateroma. Uno a lo largo de la vida va acumulando pequeñas cantidades de grasa en la pared, que van produciendo como una especie de verruguita y a veces puede tener un accidente, es decir, un pedacito de esa verruguita se suelta y va a lo último de la circulación”.

Tras la angioplastía, los médicos le colocaron un stent en la arteria afectada. “Es como un tubito, como si estuvieran canalizando por adentro”, describió Cormillot.
Adrián, por su parte, llevó tranquilidad: “Es increíble que el resto del corazón de mi padre parecía de un pibe de 20 años”.