La audiencia de divorcio entre Wanda Nara y Mauro Icardi se llevó a cabo en Milán, pero lejos de ser un trámite reservado y cordial, terminó en una escena digna de una serie de drama.
Según reveló el periodista Gustavo Méndez, la mediática gritó, se desbordó emocionalmente y dedicó casi toda su declaración a hablar de la China Suárez, dejando en segundo plano los temas centrales del juicio: bienes, autos de lujo y la tenencia de sus hijas.
“HABLÓ DOS HORAS DE LA CHINA SUÁREZ”, REVELÓ GUSTAVO MÉNDEZ
A través de sus redes sociales, el periodista escribió con contundencia: “Habló dos horas de la China Suárez. Fue su único objetivo en la audiencia”.

La filtración sorprendió a seguidores y detractores por igual. Todos esperaban que Wanda centrara su estrategia legal en reclamos materiales o acuerdos familiares, pero su aparente obsesión con la actriz volvió a poner sobre la mesa viejas heridas del escándalo conocido como el Wandagate.