Una nueva acusación por estafa contra Wanda Nara estalló en Mujeres Argentinas, cuando una mujer contó cómo trabajó en la casa de la empresaria del Lago di Como sin recibir el correspondiente pago.
“La conocí. De hecho, me hizo una propuesta laboral. Trabajé en su casa, limpiando. Y bueno, y no me pagó”, resumió la argentina Ailén Salvático.
Entonces, aclaró que fue en simultáneo con la controversia que se había generado con María del Carmen Robledo, la empleada que había denunciado a Wanda de retenerle el pasaporte, no abonarle el salario y dejarla varada en Europa lejos de su familia, y sin posibilidad de regresar al país.

Ahí Salvático explicó que ”estaba trabajando en un bar-restaurante" este pueblo que abría solo en la temporada de verano por el turismo, cuando la atendió como clienta del local: “Me presenté y ella ahí me comentó que estaba buscando a alguien de confianza”.
CÓMO FUE LA RELACIÓN LABORAL DE LA ACUSADORA CON WANDA NARA
“A mí ya me habían dicho, ‘no le digas que sí, porque no te van a pagar’. Pero le dije, ‘mirá, yo voy a necesitar trabajar porque ya se termina la temporada. Así que me viene de diez’. Aparte, somos prácticamente vecinas’”, relató.

“Este día me invitó a su casa. De hecho, estaban sus dos pequeñas. Estaba Mauro y estaba su mamá con su pareja. Me hizo recorrer la casa y empecé a ordenar, a limpiar, a pasar la aspiradora”, continuó.
“Cuando llegó la hora de limpiar a fondo no había productos de limpieza. Me pidió que al menos le limpie los balcones, pero le comenté que no había escoba y que a la aspiradora se le había terminado la batería”.

Ahí fue al hueso: “Ella no me pagó y después volví al jueves siguiente como habíamos pactado. Estuve media hora parada en la puerta, la llamaba y no me atendía. Me di cuenta que no había nadie en la casa y cuando veo sus historias de Instagram, estaba en la casa de Milano”.
“Le escribí al WhatsApp. Y me mandó una carita, un emoji de vergüenza. ‘Me puso, no estoy’. Después se fue a Francia, se fue a Turquía y no volvió más al Lado di Como. Y la propuesta laboral esta de la persona de confianza que ella quería para su casa quedó en la nada”.
Lo cierto es que la deuda de Wanda Nara ascendería a unos 50 euros por las casi tres horas de trabajo, sin tomar en cuenta la propuesta laboral trunca.