Nico Occhiato aterrizó en Buenos Aires tras un fin de semana en Mendoza por trabajo y se reencontró con su perro, Carlitos, quien lo recibió de la peor manera.
El perro, que es muy cariñoso, se acostó en la parte trasera del auto de Nico y no respondió ni una vez a su llamado. Lejos de recibirlo con alegría cuando lo pasó a buscar, prefirió pasarle factura.
“Está enojado y se hace el que no me escucha. Carlos, Carlitos... Está enojado porque lo dejé el fin de semana me parece, se hace el bolud... Tuve que ir a Mendoza, Carlitos... Está enojado mal”, se escucha decir a Occhiato, entre risas.
A CARLITOS SE LE PASÓ EL ENOJO
Para que a Carlitos se le pasara el enojo, Nico Occhiato salió a correr con él por la ciudad y registró el dulce momento.
Además, le dio una golosina para perros y todo se solucionó.