“Llegué a sacarme yo solo 160 gusanos de la pierna con una pincita de depilar”, le confesó Mariano a Sergio Verón, a seis meses de haberse internado en la clínica Cormillot con un peso de 335 kilogramos.
Ese desgarrador testimonio quebró en vivo a Camila Deniz, quien apenas pudo hablar en Cuestión de Peso: “Tengo el tratamiento y quizá no lo sé valorar...”.
El muchacho de 45 años que conmovió a Camilota contó que pasó dos años y medio sin salir de su casa de Luján, y que dependía de tres vecinas que lo asistían, y afirmó: “Llegué a pesar entre 400 y 500 kilos”.
“Me internaban un mes, terminaban las infecciones y me mandaban de vuelta a casa”, siguió.
Entonces, el hombre que se autodefinió como “un caso de obesidad mórbida” afirmó con los ojos llorosos: “Ya me había dejado morir”.
Como si fuera poco, recordó con dolor cuando en un hospital público se dio cuenta que “había entre 25 y 30 personas sacándome fotos desnudo” como si fuera “algo del circo”.
“De ahí en más dije basta de médicos y de todo, abandono todo”, sollozó.
LA NUEVA VIDA DE MARIANO
Sin embargo, desde que se atiende en la clínica del Doctor Cormillot la vida de Matías cambió por completo: volvió a caminar, a hacer ejercicio, va al baño solo y ya perforó los 225 kilos de peso, con más de 100 bajados.
“Es cuestión de pedir ayuda, porque si nos quedamos encerrados la ayuda no va a venir sola”, cerró Mariano esperanzado.