Florencia Torrente habló de los problemas de salud que sufrió en el pasado y contó mediante qué método logró salir adelante, dejando atrás su profunda tristeza. La hija de Araceli González se alejó de la medicina tradicional y eligió el hielo y la meditación para mejorar su calidad de vida.
“Estoy estudiando Herboristería y todo lo referido a las plantas medicinales. A raíz de tantos estudios por los trastornos que viví, descubrí mi intolerancia a la lactosa, dejé de consumir carnes y llevo a la mesa lo que extraigo de mi huerta, sin venenos ni procesados. Tampoco bebo mientras como”, explicó en diálogo con Teleshow.
E hizo una importante aclaración con respecto a la depresión. “Es vivir en el pasado y el pánico es vivir en el futuro. Es imprescindible trabajar nuestro presente. Y un modo de hacerlo es a través de la respiración que nos ayuda a ser conscientes de nuestro cuerpo, de dónde estamos y de quienes somos, hoy y ahora”, contó, remarcando que para eso recurre al hielo.
¿QUÉ ES LA “TERAPIA DEL FRÍO” QUE ADOPTÓ FLOR TORRENTE?
Flor alcanzó la plenitud gracias a la Terapia del hielo o Crioterapia del método Wim Hof, que consiste en meditar y dominar la respiración en temperaturas extremadamente bajas en inmersiones semanales de tres minutos.
“Me meto en hielo. A través del proceso de hormesis, el cuerpo logra resetear su sistema autoinmune. Además, mantengo a diario baños con agua helada durante los últimos minutos de cada ducha”, reveló.
“Me meto en hielo. A través del proceso de hormesis, el cuerpo logra resetear su sistema autoinmune”.
“Si me duele la cabeza, me meto en hielo. Si me duele la panza, me meto en hielo… Y en pleno invierno, ni bien despierto, me sumerjo en la pileta del jardín. Claro que cuesta, pero salgo sintiendo que ya nada podrá conmigo y te aseguro que no me enfermo más”, aseguró.