"Yo no sé si parecemos de otro programa (por CQC) o si somos de una casa velatoria", arrancó Marcelo Tinelli aquel lunes 17 de abril de 2006, al ver a todo el elenco de ShowMatch lookeado con impecables trajes negros, especiales para la ocasión. Paradójicamente, ese día nacía el show que revolucionó a la TV argentina. Esa noche debutaba Bailando por un sueño. Y así lo anunciaba el conductor número uno de la TV argentina: "Aquí vamos a arrancar con este formato de baile que ha hecho estragos de audiencia en todo el mundo. Hoy lo presentamos por primera vez en la Argentina. ¡Señores, aquí comienza Bailando por un sueño!".
El primer famoso en pisar la pista fue Miguel Ángel Cherutti, junto a su soñadora Emilia Almada, una de las ocho parejas que formó parte de aquel certamen que ganó Carmen Barbieri. Bailaron salsa, ante la atenta mirada de un jurado compuesto por Laura Fidalgo, Zulma Faiad, Jorge Lafauci y Reina Reech. Y tras la ronda de salsa y disco, Jorge Martínez se convirtió en la primera figura eliminada del certamen, a manos de Guillermo Novellis, cantante de La Mosca, quien venció en el voto telefónico.
¿El rating de aquella gala? Tras un llamado de Marcelo a Adrián Suar para que le permitiera estirar unos minutos el programa, esa emisión alcanzó los 31.6 puntos (con un pico de 34.4), número que superó los 31.5 de promedio del debut de ese año, pese a que aquel estreno (que además fue el desembarco de Tinelli en El Trece) contó con las presencias de Diego Maradona y Ricky Martin. El Bailando estaba condenado al éxito.
Diez años pasaron de aquella noche. Y el formato de Televisa que el hombre de Bolívar supo moldear, sigue más vivo que nunca.
Esta noche, a las 22.30 horas, arranca la 24ª temporada de ShowMatch, la novena por la pantalla de El Trece (antes estuvo de 1990 a 2004 en Telefe, bajo el nombre de VideoMatch, y en 2005 cambió al pasar a Canal 9). Y será la 11ª edición del Bailando. Con 27 parejas y 16 figuras debutantes en la pista, entre las que se destacan Juana Viale, Alberto Samid, Marcela Tauro, Nito Artaza, Verónica Ojeda y Ergün Demir, la couta internacional del certamen, en representación de Las mil y una noches, la ficción turca furor en la Argentina. Un combo atractivo para el televidente que desde hace mil y una noches se va a dormir con Marcelo.
"Estamos en un muy buen momento con Guillermina, tratando de no poner tanto rótulo a la relación o a lo que sentimos. Después de la crisis, tenemos una relación muy buena, estamos viendo qué nos pasa".
Horas antes del primer "¡Buenas noches, América!" de 2015, Tinelli habló en exclusiva con Ciudad.com. Pasen y lean.
-Completá esta frase: "Se viene el Bailando más..."
-Se viene el Bailando más divertido y también con toques bizarros. Estoy muy contento con el elenco, ¡es muy variado!
-El año pasado te tocó debutar contra una ficción extranjera muy fuerte como era Avenida Brasil. Este año, la ficción extranjera éxito está en tu misma vereda (Las mil y una noches), y te va a dejar un mejor piso y un mejor share que los que recibías años anteriores. ¿Eso hace que las expectativas en materia de rating sean mayores a las del año pasado?
-La tele en general hoy está unos puntitos más abajo que el año pasado. Ante eso, con un promedio anual de 17, 18 puntos, estoy satisfecho.
-¿Y con qué número estarías satisfecho para el debut de hoy?
-Creo que entre 25 y 28 puntos estaría bien, siento que hay mucha expectativa en la calle con la gente.
-¿Qué figura te sorprendió que aceptara y con cuál te quedaste con las ganas de convencer para este Bailando?
-Me sorprendió Juana Viale, que se la jugara por la propuesta y que mostrara tantas ganas de bailar. Y me hubiera gustado tener a Cristian Castro, que al principio había aceptado, pero creo que le surgió una propuesta como jurado en la tele mexicana.
-¿Cómo tomaste la reacción judicial de Diego Maradona ante la participación de Verónica Ojeda en el Bailando?
-Me sorprendió muchísimo la carta documento que mandó prohibiendo que se lo nombre a él. Entiendo que quiera cuidar a su hijo, tema que quedará en manos de la madre. Pero que no se lo pueda nombrar a él, que es una persona pública, me sorprende. Es como si yo pidiera que la tele o las revistas no hablen de mí. En fin, es algo que están estudiando los abogados de la empresa.
-¿Cómo surgió la idea del cambio de look a un perfil más rockero? ¿Te ocupás personalmente de tu imagen o delegás esa tarea?
-El cambio en este caso lo busqué yo. Cuando fui este año a Londres con mi hijo y amigos, recorriendo las calles llegué a John Varvatos y me copó la onda medio roquera que propone, esto de vestir a grandes músicos, muchos de mi edad. Y además, creo que encaja perfecto con la onda más descontracturada que va a tener el programa este año.
"En mi camarín no pueden faltar las fotos familiares, mis perfumes, la Nespresso, una heladerita con bebidas frías y sushi por si tengo hambre, y gomitas para tener algo dulce. Ah, y el cartel que tengo colgado, que dice: 'Si sucede, conviene'".
-Si llegaras a quedar habilitado a presentarte como candidato a presidente de la AFA y sos elegido por tus pares, ¿seguirías conduciendo ShowMatch en 2016?
-Habilitado estoy por ley. Y no lo digo yo, sino grandes juristas de la Argentina. Me gustaría mucho ser presidente de la AFA y me voy a presentar. Siento que puedo aportar mucho de la experiencia que junté en mis años de gestión en San Lorenzo. Creo que tiene que haber un reordenamiento grande del fútbol argentino. Hay que profesionalizar y enriquecer áreas. El fútbol argentino puede mejorar muchísimo. Mucho de lo que hicimos en San Lorenzo se puede aplicar en la AFA. Tengo muchas ganas de trabajar en eso.
-Entonces acorto la pregunta: ¿Si sos elegido presidente de la AFA a fines de 2015, ¿seguirías conduciendo ShowMatch en 2016?
-Me gustaría seguir, pero veré cómo congeniar ambas cosas, seguramente tendré que cambiar la frencuencia del programa.
-¿Te ves conduciendo otro programa que no sea ShowMatch de acá a unos años?
-Hoy me veo conduciendo ShowMatch y nada más. Creo que es un formato muy rico que me permite hacer muchas cosas a la vez. Cuando no lo sienta, veré que hago.
-En 2009 arrancaste el programa recién separado de Paula Robles. En 2012, debutaste ya en pareja. El de 2014 lo arrancaste más enamorado que nunca de Guillermina Valdés y con tu flamante paternidad de Lolo. ¿Y el de 2015 cómo lo empezás?
-Lo arranco muy bien, muy feliz, en un muy buen momento con Guille y tratando de no poner tanto rótulo a la relación o a lo que sentimos. Después de la crisis, tenemos una relación muy buena, estamos viendo qué nos pasa. Pero sobre todo hay mucho amor y respeto por el otro.
-Antes de sumarte a Twitter, mirabas con cierto escepticismo a las redes sociales. Ahora sos un twittero muy activo y te convertiste en la figura del espectáculo nacional mas seguida (sólo superado por el Papa y el Kun Agüero). ¿Cuál fue el click?
-En un momento sentí que no era la herramienta, que prefería guardarme todo para el aire del programa. Pero en Twitter encontré una buena forma de comunicar mi cosas y relacionarme directamente con la gente. Y creo que la gente lo siente, sabe que no tengo un community manager que twittea por mí, sino que soy yo el que está atrás. Por eso los casi 6 millones de seguidores.
"¿Qué aprovecharía a hacer si fuera anónimo por un día en Buenos Aires? A mirar a la gente a la cara, algo que hago cuando estoy de viaje. Me gusta mirar a los ojos, ver a la gente. Y acá se me hace difícil".
-¿Por qué cerraste tu cuenta de Facebook poco tiempo después de haberla abierto?
-Porque me aburrió. Me pasó que la gente me escribía para pedirme laburo y no me enganché. O gente que se ofendía si no la aceptaba... Me aburrió.
-Desde hace más de dos décadas, millones de argentinos se van a dormir con vos. ¿Y cómo son las mañanas del conductor de ShowMatch después de un programa? ¿Qué es lo primero que hacés al levantarte? ¿Qué desayunás? ¿Qué diarios leés?
-Contrariamente a lo que mucha gente piensa, me acuesto tarde y me levanto muy temprano. Me gusta cuando puedo llevar a los chicos al colegio o verlos a la mañana antes de que salgan. Desayuno tranquilo: una tostada, un jugo, mate y leo los diarios por Internet. Antes lo hacía en papel, pero ahora ya hace años que no. Me informo así.
-¿Qué tres objetos no pueden faltar en tu camarín?
-Te digo más de tres. Lo que no puede faltar son fotos familiares, mis perfumes, la Nespresso, una heladerita con bebidas frías y sushi por si tengo hambre, y gomitas para tener algo dulce. Ah, y el cartel que tengo colgado, que dice: "Si sucede, conviene".
-¿Un ritual perfecto para relajarte en tu casa y desconectarte de la vorágine del día a día?
-Estar y jugar con Lolo. Eso me desconecta.
-En tu casa, ¿te le animás a la cocina?
-Tengo una señora que cocina muy bien, pero de vez en cuando me gusta cocinar a mí. Eso también me desconecta.
"¿Qué pregunta le haría a Tinelli como periodista? Le preguntaría: '¿Extrañás a tus padres?'. Y la respuesta sería 'mucho, muchísimo'".
-¿Cuál es tu mejor plato?
-Puedo hacer unas buenas pastas, o una carne. Lo que hago me sale bien.
-¿Qué aprovecharías a hacer si fueras anónimo por un día en Buenos Aires?
-Mirar a la gente a la cara, algo que hago cuando estoy de viaje. Me gusta mirar a los ojos, ver a la gente. Y acá se me hace difícil.
-En un mes se cumplen dos años de la partida de tu gran amigo Fede Ribero. ¿Cambió tu concepción de la vida a partir de eso?
-Sí, mi percepción de la vida cambió con su muerte. Sobre todo en el disfrute, en valorar cada momento. Lo extraño mucho y lo recuerdo siempre. Se fue muy joven y después de sufrir mucho, pero eso también me enseño mucho.
-¿Le temés a la muerte?
-No, no le tengo miedo a la muerte.
-Como periodista que sos, ¿qué le preguntarías a Tinelli si lo tuvieras mano a mano?
-Le preguntaría: "¿Extrañás a tus padres?".
-¿Y qué creés que respondería Marcelo?
-Mucho. Muchísimo.