Pasa en las mejores familias, reza una vieja frase, que podría convertirse en una especie de mantra de los medios. Un escándalo TO-TAL explotó en el seno del clan de Matías Defederico y, acorde a los tiempos que corren, se convirtió en una polémica multiplataforma con esquirlas en televisión y redes sociales. Volaron platos rotos y, más que sacar los trapitos al sol, las pobres prendas quedaron desintegradas luego del fuego cruzado entre Cinthia Fernández y su suegra, Analía, quien disparó con munición pesada desde la pantalla de Intrusos. Tras la publicación de unos nuevos audios escandalosos de la -hasta ayer ignota- señora para su hijo futbolista, Melanie, la hermana Matías, salió a defender el honor de la familia.
"Unos ravioles del orto compró, tres ravioles para cada uno como si fuéramos negros", fue la crítica de la madre de Defederico para Cinthia y la frase explotó en Twitter.
En un móvil memorable para el ciclo de Jorge Rial, la joven lanzó picantes frases contra su hermano y su cuñada, que provocaron una explosión de rating… y de comentarios en Twitter. “Cinthia quedó embarazada y nos empezó a hacer a un lado. Si sos madre de tres hijos, tenés que estar en tu casa con tus hijos. Ellos de noche salen, y ella no se las quiere dar a mi mamá. ¿Y qué vínculo pueden tener las nenas construido con una niñera?”, comenzó la joven. “Nos separó totalmente. No tiene amigos, muy pocos amigos. Chicos, donde trabaja no se lleva bien con nadie, no la quiere nadie. En donde trabaja ahora, le robaron los anteojos”, detalló sobre la participación de Cinthia en Combate, el programa de las tardes de Canal 9. Las declaraciones de Melanie resignifican lo sucedido el lunes pasado, cuando el musicalizador del ciclo le hizo una broma y la modelo explotó al aire.
Sobre la fuerte réplica de Matías para su madre, que aseguró que el conflicto era por dinero y que “no hay nadie en el mundo más interesada por eso que mi mamá", Melanie aseguró: “Lo de mi hermano no se los puedo explicar porque no lo entiendo. Lo único que puedo decir es que está muy influenciado y muy mal parado en la vida. Un hombre es capaz de cualquier cosa por una mujer”. En medio del móvil, pasaron al aire los escandalosos audios de la mamá de Defederico para su hijo, en los que se destacaba una frase en particular. “Yo un día que voy a la semana, tengo que comer… ni siquiera se sienta en la mesa, estamos todos en la mesa y se va al baño. Unos ravioles del orto compró, tres ravioles para cada uno como si fuéramos negros” (sic), decía la muy efusiva diatriba de la suegra de Cinthia. Mientras el rating trepaba hasta casi 10 puntos, la frase #tresraviolesdelorto se viralizaba en Twitter a la velocidad de un click.
"No sé cómo decirlo sin que suene una agresión, es una chica que cuida mucho la plata… Éramos como todo el canal de ustedes y… una caja de ravioles", explicó Melanie.
Ante las risas en el piso, Melanie quiso explicar el sentido de las palabras de su madre. “No sé cómo decirlo sin que suene a una agresión, es una chica que cuida mucho la plata…”, comenzó ambigua, y Rial completó el concepto. “Amarreta, miserable, rata”, iluminó con el vocabulario que se adivinaba en la punta de la lengua de Melanie. “Mi hermano quería hacer un asado y se largó a llover. Cuando paró le digo ‘prendé el fuego, mi amor. Coranzocito’. Había un montón de carne y mi cuñada dice ‘no prendan nada que voy a comprar pastas’. Éramos como todo el canal de ustedes y… una caja de ravioles”, concluyó la idea. Un “Nooooooo” generalizado se escuchó en el estudio y el musicalizador lo coronó con un “Pero qué miseria, che”, la recordada frase de Luis Brandoni en el filme Esperando la carroza.
Luego, retomó el hilo explosivo de su discurso y volvió a apuntar contra la modelo. “Mi mamá se quedó con él hasta último momento en Brasil para apoyarlo. Estuvo en Corinthians, si mirás su carrera, no sé si por ella… pero Cinthia fue un cambio rotundo en su carrera. Es una pobre mina, usa a las nenas de escudo. Mis sobrinas tuvieron 15 niñeras ya, no digo que no salgan a comer como pareja, pero… La verdad que esto es una vergüenza, podés preguntar en el barrio qué tipo de familia éramos”, cerró Melanie.
Y sí, pasa en las mejores familias.