A cuatro meses de la trágica muerte de la comediante y conductora de Fashion Police, Joan Rivers, su hija interpuso una demanda por negligencia médica contra los doctores y la clínica a la que su madre había acudido por un "procedimiento médico de rutina".
Con profundo dolor, Melissa Rivers explicó -a través de un comunicado- su decisión: "Lo que me guió finalmente fue mi inquebrantable convicción de que ninguna familia debe pasar jamás lo que mi madre, mi hijo y yo tuvimos que pasar. El nivel de mala gestión médica, incompetencia, falta de respeto y abuso, es una situación ofensiva y francamente casi incomprensible".
Según consta en los documentos presentados en la Corte Suprema de Manhattan, los doctores obraron equivocadamente durante la endoscopía y le efectuaron, sin consentimiento a la paciente, otro procedimiento médico en las cuerdas vocales llamado laringoscopia, que desencadenó las complicación respiratorias que llevaron a la muerte a la paciente.
Mientras tanto, el forense de la fiscalía determinó que Joan Rivers falleció debido al daño cerebral por falta de oxígeno, tras la interrupción de sus funciones respiratorias durante el estudio de diagnóstico efectuado en la clínica Yorkville Endoscopy. La muerte de la artista quedó clasificada como una complicación terapéutica.