Guerra: “Gracias al jurado porque las devoluciones siempre ayudan. Hay que escuchar todo, a veces uno se puede enojar, pero también puede darle una vueltita de tuerca y aprender otras cosas".
Un duelo telefónico insólito, con las dos parejas más virtuosas del certamen, dejó a Maximiliano Guerra y Patricia Baca Urquiza afuera del Bailando. Compitieron contra Hernán Piquín y Cecilia Figaredo, que lograron el 66,48 por ciento de los votos contra el 33,52.
La sentencia del ritmo de precisión dejó a diez parejas sentenciadas y una polémica: el jurado decidió salvar a Lizy Tagliani argumentando que había sido más precisa que ellos cuatro.
Con el resultado del teléfono y sin enojos, Guerra y Baca Urquiza se despidieron del certamen. Ella habló primero: “Aprendizaje, un montón, de estar en la tele, con tantas cosas nuevas. Me dio un nombre y un apellido, antes era la mujer de Maxi. Es importante para una artista tener un nombre y un apellido. Bailo desde chica y seguiré bailando con mucho amor. Agradezco este programa y lo que permite la difusión”.
Guerra se olvidó de cualquier malestar pasado y agregó: “Gracias al jurado porque las devoluciones siempre ayudan. Hay que escuchar todo, a veces uno se puede enojar, pero también puede darle una vueltita de tuerca y aprender otras cosas. Estuvimos muy cómodos con todo”.
La pareja, además, agregó que seguirán trabajando para los niños con piel de cristal, el sueño con el que se comprometieron.