Desde hace algunos años el pobre galés del Arsenal, Aaron Ramsey, tiene que soportar que le digan que de alguna forma es “culpable” de la muerte de famosos de todo el mundo.
¿Cómo es eso? Porque cada vez que mete un gol, una celebrity, una conocida persona de la política, un artista o deportista... ¡muere! A pesar que fue hace poco que se divulgó esta noticia a nivel mundial, esta mala fama comenzó en 2011.
Ramsey no es un goleador (¡menos mal!) ya que en lo que va de su carrera convirtió menos de cincuenta tantos. Pero, lamentablemente, en los últimos años, algunos precedieron a muertes de personajes relevantes, y allí comenzó este tema de la “maldición” de Ramsey. Ya tiene en su lista de famosos a Osama Bin Laden, Gaddafi, Whitney Houston, Steve Jobs, el pianista Bebo Valdés, el dictador argentino Jorge Rafael Videla, el ex campeón mundial de los pesos pesados Ken Norton, el actor Paul Walker, y hace poco sumó a Robin Williams.
Pero el pasado fin de semana convirtió otro gol y el actor británico Richard Attenborough murió a los 90 años de edad. El sábado último, Ramsey anotó, sobre los 83 minutos del partido, y le dio el empate del Arsenal sobre Everton. Al día siguiente falleció el hombre cuyo papel más conocido fue en Jurassic Park.
Triste coincidencia. Increíble teoría.