El 2 de julio, Tití Fernández afrontó la peor noticia: su hija María Soledad (26) había muerto producto de un accidente automovilístico en Belo Horizonte, Brasil.
Llegados a la Argentina, cumplieron con los pasos habituales para darle el último adiós a la joven. Luego de ser velada en la casa O'Higgins de Belgrano partió el cortejo fúnebre rumbo al Cementerio de la Chacarita, sitio en el que descansará María Soledad.
En uno de los autos se encontraba Tití Fernández y Nora, visiblemente quebrados por el dolor. Al descender del vehículo, se abrazaron y caminaron juntos hacia la capilla, donde los aguardaba un sacerdote para ofrecer su responso. En el trayecto, Nora, rodeada de familiares, amigos y prensa, expulsó un desgarrador grito pidiendo respeto, abriéndose paso a la capilla.
Impactados por la tragedia, Tomás Dente, cubriendo el último adiós para Desayuno Americano, señaló: "La decisión de la familia fue enterrarla en nichos, en el cementerio de la Chacarita. También está el médico personal de Tití, que le dio analgésicos porque hace más de tres días que no descansa", relató, al tiempo que cortaban el móvil para darle íntimidad al momento más difícil en la vida de cualquier ser humano.